Combate el dolor con bioactivos de plantas y animales
Sentir dolor nos alerta de daños potenciales o reales al organismo, frente a algún incidente, porque se activan nociceptores o receptores al dolor que generan una señal eléctrica que viaja al cerebro y nos previene. Sin embargo, cuando esos receptores están activados constantemente producen dolor crónico, una enfermedad en sí misma, según la Organización Mundial de la Salud.
El origen del dolor crónico puede ser multifactorial: por lesión en los nervios, enfermedades crónico-degenerativas, virus o secuelas del cáncer y la ingesta de medicamentos para su control. Padecer dolor crónico afecta la calidad de vida de las personas quienes, además, pueden cursar depresión, ansiedad y problemas psiquiátricos que en casos extremos pueden culminar en suicidio.
Se estima que al menos 20% de la población mundial padece de dolor crónico. En la actualidad, los fármacos utilizados, a base de opioides, alivian temporalmente el dolor crónico, pero pueden generar dependencia o adicción, o ambos, empeorando la salud del paciente. Por ello, en el Departamento de Innovación Biomédica del CICESE se identifican y evalúan sustancias bioactivas derivadas de plantas, animales terrestres y marinos para desarrollar nuevos fármacos con efectos menos adversos.
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Norma Herrera