El origen del CICESE
El proceso que permitió la creación del CICESE, a finales de 1971 y el verano de 1972, tuvo un contexto fascinante, considerando la sucesión de oportunas coincidencias.
Primero, institucionales: Luis Echeverría acababa de crear el Conacyt para tender un puente con la academia luego de los trágicos sucesos de 1968, y para descentralizar la actividad científica en México. En Ensenada se había fundado en 1960 la Escuela Superior de Ciencias Marinas que, por cercanía geográfica y temática, recibió el apoyo del principal instituto oceanográfico de la costa oeste de Estados Unidos: Scripps. La UNAM comenzó la construcción del Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir y eso iba a requerir instalaciones también en Ensenada, así que a la UABC no le interesó gestionar aquí un centro de investigación que ofertara posgrados.
Segundo, personales. Siendo el primer oceanógrafo en México, Nicolás Grijalva poca investigación podía hacer aislado en la capital del país. Por ello se entiende que volteara hacia Scripps y comenzara a trabajar ahí en 1968. De paso, comenzó a visitar y dar clases en Ciencias Marinas, escuela de la que, al año, ya era director.
Cuando se le ocurrió formar un centro científico aquí tuvo el apoyo de la UNAM (principalmente de Arcadio Poveda, director del Instituto de Astronomía) y Scripps como para hacer un frente común que apoyara la idea, una idea que surgió como una propuesta académica, no política, razón que le valió el apoyo de un amplio grupo de científicos de la época.
Además, su trabajo, convicción y el hecho de que su propuesta se alineara a la política de descentralización que buscaba el Conacyt, convencieron a su director, Eugenio Méndez Docurro, de apoyarlo.
Y tercera, los temas de investigación. El primer proyecto del naciente centro abarcó mareas, corrientes y oleaje, como consecuencia lógica de la presencia de Scripps y de Ciencias Marinas. Las actividades en geofísica se justificaban plenamente por la alta actividad sísmica de la península y el golfo de California. Y el desarrollo de instrumentación electrónica y óptica se requería no solamente por las necesidades propias de la investigación oceanográfica y geofísica, sino para apoyar el esfuerzo de la UNAM para establecer el observatorio.
Así nació el CICESE.
El proceso que permitió la creación del CICESE, a finales de 1971 y el verano de 1972, tuvo un contexto fascinante, considerando la sucesión de oportunas coincidencias.
Primero, institucionales: Luis Echeverría acababa de crear el Conacyt para tender un puente con la academia luego de los trágicos sucesos de 1968, y para descentralizar la actividad científica en México. En Ensenada se había fundado en 1960 la Escuela Superior de Ciencias Marinas que, por cercanía geográfica y temática, recibió el apoyo del principal instituto oceanográfico de la costa oeste de Estados Unidos: Scripps. La UNAM comenzó la construcción del Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir y eso iba a requerir instalaciones también en Ensenada, así que a la UABC no le interesó gestionar aquí un centro de investigación que ofertara posgrados. Leer más…
Segundo, personales. Siendo el primer oceanógrafo en México, Nicolás Grijalva poca investigación podía hacer aislado en la capital del país. Por ello se entiende que volteara hacia Scripps y comenzara a trabajar ahí en 1968. De paso, comenzó a visitar y dar clases en Ciencias Marinas, escuela de la que, al año, ya era director.
Cuando se le ocurrió formar un centro científico aquí tuvo el apoyo de la UNAM (principalmente de Arcadio Poveda, director del Instituto de Astronomía) y Scripps como para hacer un frente común que apoyara la idea, una idea que surgió como una propuesta académica, no política, razón que le valió el apoyo de un amplio grupo de científicos de la época.
Además, su trabajo, convicción y el hecho de que su propuesta se alineara a la política de descentralización que buscaba el Conacyt, convencieron a su director, Eugenio Méndez Docurro, de apoyarlo.
Y tercera, los temas de investigación. El primer proyecto del naciente centro abarcó mareas, corrientes y oleaje, como consecuencia lógica de la presencia de Scripps y de Ciencias Marinas. Las actividades en geofísica se justificaban plenamente por la alta actividad sísmica de la península y el golfo de California. Y el desarrollo de instrumentación electrónica y óptica se requería no solamente por las necesidades propias de la investigación oceanográfica y geofísica, sino para apoyar el esfuerzo de la UNAM para establecer el observatorio.
Así nació el CICESE.
Consolidación del campus CICESE-UNAM-UABC
Donaciones a la UNAM (Astronomía)
Adquisiciones de la UNAM (Laboratorio Ensenada del Instituto de Física)
Crecimiento de la UABC hacia principios de los 80 (Cs. Marinas + Cs. Biológicas + toma de terrenos y apertura de nuevas escuelas)
