Ensenada, Baja California, México, a 7 de julio de 2023. Una investigación, liderada por BirdLife International, en la cual participaron cerca de 200 investigadores –entre éstos, el equipo del Laboratorio de Aeroecología del CICESE, Unidad La Paz–, señala a los mares Mediterráneo y Negro, la alta mar y las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de Estados Unidos, Japón y Reino Unido, como las áreas del planeta donde los petreles y las pardelas enfrentan un mayor riesgo por la ingesta de plásticos. Ambos son los grupos de aves marinas más amenazados.
Utilizando datos de distribución de 7,137 ejemplares de petreles y pardelas, de 77 especies distintas a escala mundial, el estudio analiza el riesgo de ingesta de plástico que enfrentan las aves cuando buscan alimento y migran; los hallazgos, publicados en Nature Communications, resaltan la necesidad de mejor colaboración internacional para abordar la amenaza global de la contaminación plástica marina. Dado el aumento de ésta y su distribución irregular en el mundo, es crucial comprender dónde se encuentran las aves marinas y dónde están en riesgo, para emprender acciones de mitigación y conservación.
Para conocer la superposición entre los petreles, las pardelas y los plásticos en los oceános, los investigadores cuantificaron el riesgo de exposición al plástico de 77 especies de estas aves a escala mundial. Examinaron la superposición en el espacio y el tiempo entre las estimaciones de densidad de plástico marino y los datos de seguimiento individuales de más de 7000 aves.
Los autores compararon los riesgos de exposición entre poblaciones, temporadas y jurisdicciones, incluidas las áreas de alta mar fuera de las ZEE que están más allá de la jurisdicción nacional de los países costeros. Descubrieron que las especies amenazadas, como la pardela balear, la pardela de Newell y los petreles hawaianos tienen un mayor riesgo de exposición.
Esto es particularmente preocupante, dice el estudio, para las especies que ya tienen un mayor riesgo de extinción debido a otras amenazas, como las especies invasoras, la pesca y el cambio climático. Los autores encontraron que el riesgo de exposición ocurrió principalmente fuera de las ZEE donde se reproducen las aves, por lo que solo mitigar la contaminación plástica dentro de estas zonas económicas exclusivas no protegería adecuadamente a la mayoría de las especies.
Los autores del artículo Global assessment of marine plastic exposure risk for oceanic birds subrayan que la colaboración internacional es clave para abordar los impactos del plástico en los océanos, en una amplia variedad de especies.
Suman a la investigación internacional
Respecto a la participación del grupo del Laboratorio de Aeroecología del CICESE, Unidad La Paz, la Dra. Cecilia Soldatini, investigadora y líder del grupo, informa que, desde 2016, en este laboratorio se estudian tres especies de Procellariiformes: la pardela mexicana (Puffinus opisthomelas), y los petreles negro (Hydrobates melania) y mínimo (Hydrobates mínimo), en las aguas del noroeste de México.
También han estudiado el petrel mediterráneo (Hydrobates pelagicus melitensis), desde 2007 en el Mediterráneo. Considerados entre los máximos expertos de estas especies en México, el grupo contribuyó a la investigación aportando sus datos, apoyando con la preparación de éstos para los análisis generales y sumando su experiencia en la revisión de los análisis y de los textos que describieron los resultados. Destaca la abundante información que el grupo ha compilado de la distribución de estas aves en el mar, en particular de la pardela mexicana.
A propósito de esta especie, Cecilia Soldatini dice: “En isla Natividad, donde anida 95% de la población mundial de la pardela, el problema del plástico es en tierra más que en mar. Sería una excelente oportunidad el manejo de los residuos sólidos en la isla para minimizar el peligro de la contaminación de la colonia, desde el relleno sanitario hasta a cielo abierto, y en el mar por la basura que arrastran los fuertes vientos”.
Este laboratorio del CICESE, La Paz, colabora con BirdLife desde 2015. “Estamos en contacto con el grupo de Marine Science desde los inicios de la base de datos Seabird Tracking y de los análisis de las áreas marinas importantes para las aves (IBAm, en inglés). En los últimos cinco años interactuamos más para analizar los trazados de la pardela mexicana y definir la primera IBA marina mexicana”.
Fuimos, agrega Soldatini, los primeros externos a BirdLife en utilizar el método analítico desarrollado por ellos para definir las IBAm, y en el marco de esta colaboración publicamos un artículo (acerca de la calibración del método) y surgió la invitación para proporcionar nuestros datos y participar en este trabajo que subraya cómo y dónde las aves marinas están en riesgo por la presencia de plásticos en los océanos.
“La pardela mexicana resultó muy cercana a una de las áreas de riesgo definida en el artículo como el “NE Pacific” aunque no se reportó como especie en alto riesgo de exposición. Seguramente hay que tomar en cuenta el Sistema de Corriente de California que, como sabemos, mueve nutrientes a la par de contaminantes y potencialmente también plástico”.
En cuanto a qué hacer frente a un problema creciente como los plásticos en los mares, Cecilia Soldatini afirma: “Impulsar la conciencia colectiva para disminuir el uso de plásticos de un solo uso, y en escala mayor empujar políticas de reducción del uso de plásticos de monouso, mejorar el reciclado y la recolección y manejo de los residuos sólidos urbanos”.