Ensenada, Baja California, a 24 de mayo de 2024. Mientras que la pesquería de sardina en Estados Unidos se mantiene cerrada, en México la pesca de pelágicos menores, en la que la sardina del Pacífico es el principal recurso, se encuentra en auge: el año pasado el sector pesquero obtuvo un record histórico de un millón 130 mil toneladas en capturas.
En este contexto se celebró el 24º Foro Trinacional sobre Sardina y Peces Pelágicos Menores, los días 21 y 22 de mayo, evento virtual que contó con la participación de especialistas, representantes de la industria y funcionarios, de México y Estados Unidos.
A lo largo de los dos días del foro, se presentaron 32 trabajos organizados en cinco bloques: monitoreo y pesquerías; dinámica poblacional; evaluación y gestión de stock; ecología y ecosistemas tróficos, y oceanografía pesquera.
“Es verdaderamente fantástico ver a este grupo de científicos conectado aquí hoy. En los dos días tendremos la oportunidad de compartir ideas, aprender unos de otros y formar conexiones valiosas”, expresó Iliana Ruiz-Cooley, investigadora del CICESE y coorganizadora del evento.
Por su parte, la secretaria de Pesca y Acuacultura de Baja California, Alma Rosa García Juárez, destacó que los pelágicos menores representan la principal pesquería del noroeste de México y Baja California es el segundo estado productor de sardina a nivel nacional.
Apuntó que la sardina “es el recurso más importante de la entidad con el 83% del volumen” de capturas, mismo que es aprovechado en el estado por 40 organizaciones pesqueras, a las que se suman plantas de procesamiento de esta especie.
Martín Hernández Rivas, presidente del Comité Técnico de Pelágicos Menores, mencionó que, desde su inicio en el año 2000, el foro trinacional ha sido un espacio de intercambio de información entre México, Estados Unidos y Canadá.
“Ha permitido un mejor desarrollo para el manejo de la pesquería en México y nos ha ayudado a ejercer una nueva legislación que nos permita incorporar muchas reglas de control que son tomadas en California”, afirmó.
Variables ambientales
En entrevista al término del foro, Iliana Ruiz-Cooley comentó que algunos de los trabajos de investigación presentados están incorporando variables ambientales para tratar de explicar los mecanismos detrás de los cambios en las poblaciones de pelágicos.
Detalló que, aunque la sardina es un recurso compartido entre los tres países de Norteamérica, el aumento de la temperatura que provocan las olas de calor marinas tiene repercusiones diferenciadas en cada zona.
“Las olas de calor vienen del norte al sur, entonces es probable que eso explique por qué aquí en México no estamos viendo cambios tan drásticos como en el norte, las dinámicas son diferentes”, apuntó.
Explicó que, si bien las olas de calor marinas en general se presentan con mayor intensidad y constancia, los impactos que tienen en las distintas especies de pelágicos menores también son diferentes.
“No significa que todo es drástico, algunas especies se benefician y muchas otras se ven afectadas, entonces todavía es difícil de resolver el rompecabezas, porque el clima sigue cambiando”, sostuvo.
Esto, añadió, se observa también en las fluctuaciones de las poblaciones de anchoveta, especie que, en las zonas norte y central de la Corriente de California, en Estados Unidos, es abundante.
Capturas históricas
En cuanto a los volúmenes históricos de capturas de pelágicos menores en México, Concepción Enciso Enciso, investigador del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS), detalló que, de un millón 130 mil toneladas registradas en la temporada de pesca de 2023, el 59% se capturó en Sonora, el 20% en Ensenada, el 11% en Bahía Magdalena y el 10% en Mazatlán.
El investigador, quien es responsable del proyecto de pelágicos menores del IMIPAS, refirió que su área de estudio abarca la costa occidental de la península de Baja California, donde operan las flotas de Ensenada y Bahía Magdalena.
En esta zona, durante la temporada 2023 se registró una captura de 328 mil toneladas de pelágicos menores, de la cual el 66% fue sardina del Pacífico, el 26% fue anchoveta, el 4% sardina crinuda, 2% macarela, 1% sardina bocona y 1% sardina japonesa.
“Este recurso es muy susceptible a los cambios ambientales y por lo tanto el ambiente juega un papel muy importante en su dinámica. La ventaja en México es que tenemos una gran diversidad de recursos que están adaptados, cada uno, a ciertas ventajas ambientales, por lo tanto cambia el medio para uno y otro resurge”, concluyó el especialista.