Ensenada, Baja California, México, 12 de junio de 2015. Contar con estudios de línea base y monitoreo ambiental en aguas mexicanas, específicamente en el Golfo de México, más que necesario es imprescindible para poder evaluar impactos en casos de derrames de petróleo de gran escala y tomar decisiones rápidas para proteger los ecosistemas.
Estos son los estudios que aborda la línea de acción dos del megaproyecto “Plataformas de observación oceanográfica, línea base, modelos de simulación y escenarios de la capacidad natural de respuesta ante derrames de gran escala en el Golfo de México”, el cual tiene una inversión que supera los 1,500 millones de pesos y será desarrollado en los próximos cinco años por un consorcio liderado por el CICESE.
Para cubrir esta línea de acción del megaproyecto se realizarán 21 cruceros y 16 campañas oceanográficas, cubriendo 269 estaciones únicas. Se medirán diferentes parámetros en distintos estratos de la columna de agua, desde la superficie al fondo. Se colectarán muestras del fondo marino lodoso, y se harán arrastres para evaluar las comunidades.
Uno de los retos para especialistas de diversos centros de investigación es definir los protocolos para la obtención de muestras y datos que cumplan con los estándares de calidad definidos que permitan la comparabilidad entre grupos de trabajo en diversos laboratorios del país.
La información se almacenará en una base de datos integral construida a partir de estándares internacionales empleados por la comunidad oceanográfica, la cual se utilizará para detectar e interpretar procesos y patrones oceanográficos, biogeoquímicos, biológicos y ecológicos en diversas escalas.
¿Qué pasa si tienes una inyección de una alta concentración de hidrocarburos en materia orgánica que se descompone en la columna de agua? El simular estos escenarios y evaluar la reacción del ecosistema, es parte de la utilidad de un modelo matemático que se desarrollará en esta línea de acción. Se utilizarán datos obtenidos en el campo para calibrar el modelo, el cual considera la dinámica del nitrógeno y los cambios del oxígeno incluyendo el carbono.
Se identificarán zonas de hábitat crítico para especies de vertebrados marinos susceptibles a los efectos de derrames como tortugas, cetáceos y peces pelágicos mayores. Estas especies son consideradas como indicadores de la salud de los ecosistemas, y fueron las que sufrieron los mayores impactos durante el derrame de hidrocarburos ocasionado por la explosión de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en abril de 2010.
Además se realizará un análisis multidisciplinario de las comunidades de pastos marinos y un diagnóstico de su estado de salud y su vulnerabilidad a derrames de los sitios monitoreados, para elaborar mapas de distribución indicando cuáles pueden ser los riesgos y qué tan vulnerables son las diferentes regiones.
En la primera reunión entre especialistas de las principales instituciones mexicanas dedicadas a las ciencias del mar, uno de los propósitos fue estandarizar los protocolos para la obtención y análisis de muestras, para así obtener datos comparables e integrables como aportación al conocimiento del Golfo de México.
La línea de acción dos forma parte de las cinco líneas que conforman este megaproyecto con el cual se pretende que, en cinco años, México cuente con herramientas que permitan establecer planes de contingencia y actividades de mitigación, en caso de ocurrir un derrame de hidrocarburos de gran escala en el Golfo de México.