Ensenada, Baja California, México, 8 de octubre de 2015. El envejecimiento en México es un tema prioritario. Es el mayor y más fuerte cambio demográfico de las últimas décadas no solamente en nuestro país, sino en el mundo. Es también un reto que significa diferentes oportunidades para lograr en México un envejecimiento saludable, porque el problema no es envejecer, sino envejecer enfermo, dependiente y con pobreza.
Lo anterior fue comentado por la Dra. Carmen García Peña, directora de Investigación del Instituto Nacional de Geriatría (ING) y coordinadora de la red temática de Investigación en Envejecimiento, Salud y Desarrollo Social (ESDS) del CONACYT, al iniciar hoy en el CICESE el Taller sobre Investigación en Tecnologías de la Información y Envejecimiento.
Dijo que actualmente hay más personas mayores de 60 años que niños menores de 5, y advirtió que para 2049 esta proporción cambiará dramáticamente, pues habrá más personas mayores de 60 que menores de 15 años. “Seremos un país envejecido”.
En México, continuó, llegar hoy a los 65 años significa tener una elevada probabilidad de vivir 20 años más, pero también significa que sólo 20 por ciento recibirá una pensión contributaria. Uno de cada 6 será víctima de maltrato; 1 de cada 4 padecerá demencia; 1 de cada 3 desarrollará diabetes; 1 de 2 sufrirá enfermedades cardiovasculares; 1 de cada 3 tendrá algún dato clínico de depresión, y 1 de cada 2 estará física o mentalmente discapacitado al menos 3 años antes de morir.
Por ello, destacó la importancia y el interés que nuestro país ha dado al tema. La creación del Instituto Nacional de Geriatría es prueba de ello. La idea de incentivar la conectividad de la investigación con una perspectiva interinstitucional y multidisciplinaria (objeto de la red ESDS), reduce la mala competencia en temas donde hay muy pocos haciendo estudios y ayuda a resolver problemas científicos.
Consideró que el ING y la red ESDS son un excelente punto de arranque, pero “hay mucho qué hacer y hay mucho que impulsar todavía”.
Al presentar el taller, el Dr. Jesús Favela Vara, investigador del Departamento de Ciencias de la Computación del CICESE, dijo que su objetivo es contribuir al diálogo entre investigadores de distintas áreas que trabajan en aspectos relacionados con la innovación y el envejecimiento; ayudar a la formación de recursos humanos en el área y fomentar el desarrollo de proyectos conjuntos de gran envergadura.
La agenda de actividades se desarrollará en dos días. En el primero, especialistas de varias instituciones mexicanas abordarán como temática la metodología de investigación, particularmente en gerotecnología.
Habrá una mesa de discusión, una sesión de carteles en la que se presentarán algunos de los proyectos y temas de tesis en los que se trabaja actualmente, y un encuentro en formato speed dating entre investigadores consolidados y jóvenes, así como estudiantes de posgrado, para intercambiar ideas que ayuden a formar nuevos investigadores.
El segundo día se presentarán ponencias bajo el tema de tecnologías para el sensado de actividades en adultos mayores. Se pretenden “casar” los avances tecnológicos en este campo, con el interés desde el punto de vista de la geriatría y de la psicología, para tratar de establecer un puente entre lo que podemos medir con lo que nos interesa medir.
El Dr. Guido Marinone Moschetto, director general del CICESE, al dar la bienvenida a los participantes del taller, se mostró también preocupado ante las estadísticas de envejecimiento en México, pues en un periodo relativamente breve podríamos pasar de ser un país productor a uno consumidor, sólo por la cantidad de gente que ya no estará en condiciones de poder trabajar.
Al hablar sobre las actividades de la red ESDS, Carmen García Peña dijo que varias de las interrogantes que se estudian en ella giran en torno a por qué envejecemos, cómo envejecemos, cómo queremos envejecer y qué tenemos que hacer para lograr un envejecimiento saludable.
Esta red temática es una de las 51 que apoya actualmente el CONACYT. Reconoció que uno de los aprendizajes al cabo de casi seis años desde que se estructuró, es que resulta muy complicado trabajar en red. De igual forma, aceptó que luego de este tiempo no han alcanzado la transdisciplina, y que falta vincular los procesos de investigación con la traducción del conocimiento y con la construcción de políticas que beneficien a los ancianos en México.