Ensenada, Baja California, México, 2 de diciembre de 2015. Con un crecimiento anual sostenido entre 5 y 10 por ciento desde la década de los 60, la acuacultura es el sector de producción de alimentos con mayor crecimiento a nivel mundial y de ella se obtiene ya la mitad de todos los productos pesqueros que consumimos. Sin embargo, de continuar la demanda global de productos pesqueros con la tendencia actual, en 15 años tendremos un déficit de 40 millones de toneladas, el cual sólo se podrá satisfacer a través de la acuacultura.
Por esto, y por el déficit que ya tiene Estados Unidos en sus pesquerías, el potencial de crecimiento de la acuacultura en México y en Latinoamérica es muy alto, señaló el Dr. Juan Pablo Lazo Corvera, presidente electo de la Sociedad Mundial de Acuacultura (WAS, por sus siglas en inglés), al hablar en el Taller de Acuacultura que organizó hoy el CICESE, la Secretaría de Pesca y Acuacultura (SEPESCA) de Baja California, y el Comité Estatal de Sanidad Acuícola e Inocuidad de Baja California (CESAIBC).
Y mientras el subdirector de Ordenamiento Acuícola de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (CONAPESCA) de la SAGARPA, M.C. Giovanni Fiori Amaral, anunció que entre 2012 y 2014 el consumo per capita de productos pesqueros en México pasó de 10.02 a 12.53 kilos por año, el director de Acuacultura de la Secretaría de Pesca de Baja California, M.C. Luis Andrés González Agraz estableció que la meta de esta dependencia es aumentar 150 por ciento la producción de productor pesqueros por acuacultura en la entidad.
El taller se realiza este 2 y 3 de diciembre en instalaciones del CICESE, y en él participan productores, funcionarios del sector y especialistas del noroeste de México. Consta de ocho módulos en los que se abordarán temas como macroalgas, sanidad e inocuidad, cultivos de camarón, de peces y moluscos, gestión y normatividad, así como temas selectos en genética, acuaponia y sistemas de recirculación.
En la inauguración, el secretario de Pesca en Baja California, Matías Arjona Rydalch, consideró que la acuacultura es una actividad que estamos obligados a ver y hacerla crecer, pues es el medio para conseguir alimentos ricos en omegas y en otras propiedades, siendo estos los recursos que coadyuvarán a reducir en nuestro país el porcentaje de obesidad infantil, del cual México ocupa el primer lugar.
Edgar Pavía López, director de la División de Oceanología del CICESE, consideró que este tipo de talleres son un esfuerzo que a la institución le interesa fomentar, pues son acciones académicas que influyen en las actividades económicas de la región.
Al plantear un panorama mundial del sector, el presidente de la WAS, Juan Pablo Lazo, informó que según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), en 2012 la producción mundial de la acuacultura fue de 66 millones de toneladas, que representaron ingresos por 138 billones de dólares americanos.
Es una actividad muy diversa, pues en ella se cultivan del orden de 560 especies de peces, algas, moluscos, crustáceos, equinodermos, reptiles y anfibios, y proporciona empleo a 33 millones de personas (26 millones de manera directa y 7 millones indirectamente).
Actualmente, agregó, 75 por ciento de las poblaciones naturales que se aprovechan comercialmente ya están sobreexplotadas. Así, en los últimos 15 años no se ha registrado ningún incremento en las capturas a pesar de que el esfuerzo pesquero sigue aumentando.
De continuar la demanda de productos pesqueros, para 2030, en sólo 15 años más, se prevé un déficit de 40 millones de toneladas. ¿Y cómo vamos a satisfacer esto? Con la acuacultura.
Actualmente los países asiáticos producen 88 por ciento de la producción mundial por acuacultura; le siguen Europa y Latinoamérica, siendo Chile y Brasil los países mejor posicionados de este continente.
Por ello, consideró que México tiene un potencial de crecimiento muy alto y debe aprovechar, por su cercanía con Estados Unidos, que este país ya es deficitario en sus pesquerías.
Luis Andrés González Agraz, de la Secretaría de Pesca estatal, informó que la acuacultura en Baja California cerró el año con una producción de 10 mil toneladas, que equivalen a ingresos por 734 millones de pesos. Si se compara con la actividad pesquera, que produjo 130 mil toneladas con un valor de 834 millones de pesos, las 70 empresas registradas para desarrollar esta actividad obtuvieron prácticamente lo mismo en términos de valor con sólo 10 por ciento de producción (comparada con la obtenida por pesca), “pues lo que estamos cultivando y cosechando tiene un alto valor, en especial el atún, la lobina rayada y el jurel”.
Informó que en la entidad se cultivan atún aleta azul, abulón, almeja Manila, corvina blanca, lobina rayada, ostión, mejillón, camarón blanco, alevines de jurel, trucha, peces de ornato (pez payaso), y totoaba y trucha a nivel piloto. Y destacó que Baja California tiene seis áreas clasificadas por el gobierno de Estados Unidos para la engorda de moluscos bivalvos y diversas especies de peces, siendo éstas Rincón de Ballenas, Bahía Soledad, Bahía Falsa, Laguna Manuela, Laguna Guerrero y San Felipe.
Consideró que los principales retos para desarrollar la acuacultura son difundir la actividad, alinear las políticas públicas de las diferentes dependencias privilegiando la productividad, y realizar inversiones estratégicas basadas en análisis e impactos esperados.
Después presentó un recorrido virtual por los principales proyectos acuícolas que actualmente se desarrollan en la entidad. Sobre abulón destacó las dos granjas localizadas en Eréndira; las tres granjas de engorda de atún aleta azul en la Bahía de Todos Santos; la producción de alevines de jurel en el laboratorio del CICESE, que consideró único en Latinoamérica y que ya tiene planes de engorda en Bahía Magdalena.
De la producción de totoaba dijo que ya está dominada la cría de alevines, y anunció la construcción de un laboratorio para obtener hasta un millón de crías de este pez, cuya inversión (50 millones de pesos) proviene de la SAGARPA y que podría estar localizado al sur de Puertecitos.