Ensenada, Baja California, México, 24 de marzo de 2016. Como reconocimiento a la calidad y relevancia de su trabajo, Constanza del Mar Ochoa Saloma, egresada del CICESE, ganó el 2do lugar en la modalidad poster, en el Congreso Mundial de Acuicultura 2016, llevado a cabo en Las Vegas, Nevada. El poster resume el trabajo de tesis de maestría de Ochoa Saloma que determinó el tamaño genómico de 23 especies acuáticas con importancia económica y biológica en Baja California.
El tamaño genómico, indica la egresada del posgrado en Acuicultura, es todo el contenido de ácido desoxirribonucleico (ADN) nuclear que tienen las células, el cual es constante en los organismos de la misma especie, pero diferente respecto a otra. Ello permite conocer diversas cuestiones; por ejemplo, si las especies son triploides (tres cromosomas) o tienen alguna enfermedad, virus o bacterias.
La técnica que utilizó Constanza Ochoa para determinar el tamaño genómico de especies acuáticas, no había sido utilizada en esta área en México, ya que se emplea para fines biomédicos. “La citometría de flujo es una técnica utilizada en países del primer mundo. Está enfocada al área biomédica; por ejemplo, en un hospital se toman muestras de mujeres embarazadas para saber en etapa prenatal si el bebé tiene trisomía (la más común es trisomía 21 o síndrome de Down); la técnica también se utiliza para el diagnóstico de cáncer u otros problemas cromosómicos. Lo que yo hice fue transportar esta tecnología de biomédicas al área de acuicultura o de peces”, señaló la maestra en Acuicultura.
Tras desarrollar los protocolos para utilizar la citometría de flujo en el área acuícola, se desarrollaron estándares para determinar el tamaño genómico de 23 especies acuáticas, tales como: totoaba, jurel, lenguado, bacalao, botete, trucha de San Pedro Mártir, verdillo, rockot, charal, tiburón blanco, raya gigante eléctrica y tiburón nodriza, entre otras.
Como resultado del trabajo de tesis, de la ahora egresada del CICESE, se realizó un catálogo con el tamaño genómico de éstas y otras especies. La importancia biológica de esta información radica en poder realizar monitoreos para saber si a nivel ecológico está habiendo alguna hibridación o se están perdiendo genes.
“Cuando una especie es sobre pescada entra en una fase de estrés y pierde información genética. Si ahora sé que el animal está sano, bajo ninguna presión genética, obtengo su tamaño genómico; si después de 2 ó 5 años, regreso a la misma zona a sacar muestras y veo que hay pérdida o ganancia del tamaño genómico, entonces, algo está pasando a nivel ecológico y ello da pie a otro tipo de investigación”.
La importancia económica del trabajo de Ochoa Saloma reside en que utilizando la citometría de flujos se analizan 10 mil células por segundo, con un nivel de precisión muy alto, que permite conocer el tamaño genómico y, además, ver si la especie trae algún tipo de bacteria o virus en su ADN. Lo anterior representa una gran ventaja para los productores porque en la actualidad las técnicas utilizadas para saber si las especies están enfermas o no, implica pérdidas del producto e inversión económica.
“Con esta técnica [citometría de flujos] se toma una muestra de sangre o linfa en moluscos, se analiza y se diagnostica si está enfermo o sano. Normalmente cuando uno quiere conocer enfermedades en los animales los matan y agarran un lote para hacer histología. Imaginemos que esto sucede con el abulón, las pérdidas de inversión de tiempo y dinero son muy grandes.”
Para la maestra en Acuicultura es de suma importancia trabajar en conjunto con los pescadores y productores: “Vengo de una familia de pescadores, y creo que tengo las bondades de los dos lados. Me gusta poder fungir como intermediaria, ya que la ciencia debe conocer las necesidades reales de los productores y los productores se deben abrir un poco más a colaborar con los científicos”.
La experiencia de participar y compartir los resultados de su trabajo de tesis en un foro como el Congreso Mundial de Acuicultura es de suma importancia, ya que es organizado por la Asociación Mundial de Acuicultura. Ochoa Saloma –indica– tuvo la oportunidad de charlar y compartir inquietudes con investigadores y productores de distintas nacionalidades.
“Me siento muy contenta de haber ganado. Después de todo el esfuerzo realizado creo que se logró el cometido. Mis planes a corto plazo son salir del país a estudiar mi doctorado, pero regresar a México para poder brindar servicio a pescadores, productores o científicos. Creo que, como científicos, debemos contagiar el amor por la ciencia y compartir nuestro conocimiento. La pesca tiene una influencia muy grande en la cultura de los ensenadenses, todavía nos queda mucho por conocer; por ello, necesitamos que más gente investigue acerca del mar”.
El trabajo de tesis de maestría de Constanza del Mar Ochoa se realizó bajo la dirección de la Dra. Carmen Paniagua Chávez, investigadora del CICESE y pionera en trabajos de criopreservación de especies acuáticas en México, y la codirección de la Dra. Jill Jenkins, investigadora de la Universidad de Lousiana y especialista en citometría de flujos.