Ensenada, Baja California, México, 10 de noviembre de 2016. Ante la planta académica del CICESE, directivos del CONACYT anunciaron una reestructuración a fondo de su sistema de centros de investigación (27 en todo el país), con el fin de cambiar el esquema de operación. La intención es pasar de centros aislados de alto desempeño pero relativamente pequeños, con pertinencia regional pero poco impacto nacional, y con investigadores con acceso a infraestructura limitada, a ser un verdadero sistema de alto desempeño y masa crítica, de pertinencia regional e impacto nacional, y cuyos investigadores tengan acceso a infraestructura y redes de clase mundial.
Para ello, pretenden implementar un sistema basado en cinco coordinaciones que agruparían temas de investigación comunes, las cuales deberán desarrollar planes de trabajo para fortalecer la infraestructura, el personal académico y la atención a demandas; establecer instrumentos y oficinas trans-centro (de transferencia tecnológica, de comunicación, editoriales, al menos); la oferta de posgrados conjuntos y complementarios; motivar la movilidad de personal; implementar “proyectos bandera” por coordinación, y mejorar la comunicación interna del sistema.
Este proceso de reestructuración de los centros CONACYT fue presentado hoy a los 200 investigadores que conforman la plantilla académica del CICESE por los doctores Sergio Hernández Vázquez y Salvador Lluch Cota, director adjunto de Centros de Investigación y director de Coordinación Sectorial del CONACYT, respectivamente, quienes informaron que se encuentran visitando cada uno de los centros que integran este sistema, dialogando y escuchando la opinión de los investigadores y directivos, en un proceso que esperan terminar el 10 de diciembre, pues la intención es arrancar con el nuevo esquema en enero de 2017.
Sergio Hernández hizo una radiografía de los 26 centros de investigación y un fideicomiso que integran el sistema. La mayoría se crearon en los años 70, no a consecuencia de una política pública para desarrollar y descentralizar la ciencia y tecnología en México, sino siguiendo un modelo más bien lineal. Actualmente trabajan en el sistema 6 mil 500 personas, 72 por ciento son personal científico y tecnológico, 19 por ciento de apoyo y 9 por ciento son mandos medios y superiores.
En conjunto, este sistema ocupa el segundo lugar en adscripciones al Sistema Nacional de Investigadores (con 2 mil 22 miembros), tan solo abajo de la UNAM; pero ocupa el primero en cuanto a número, calidad y relevancia de programas de posgrado (151 programas en total) y respecto a éxito en vinculación, considerando el monto destinado a proyectos de innovación complejos ( 2 mil 213 millones de pesos, la cifra más alta) del fondo del Programa de Estímulos a la Innovación PEI) del CONACYT.
Por su origen, tamaño y agenda de investigación, los centros CONACYT son vistos como un universo heterogéneo. Pero a partir de 2002, cuando se creó la figura de Centro Público de Investigación (CPI), al menos quedaron sectorizados en el CONACYT, junto con otros centros de algunas secretarías de estado. Estos CPI están regulados por la Ley de Ciencia y Tecnología, y con éstos el gobierno federal puede hacer política pública en esta materia. Sin embargo, existe otro mundo –el de las universidades y tecnológicos– que está sectorizado en la Secretaría de Educación Pública o poseen autonomía. Con ellos, no es posible la regulación por ley ni el establecimiento de políticas por parte del gobierno.
Salvador Lluch indicó que durante años los 27 centros CONACYT han estado divididos en tres subsistemas: el de centros científicos, sociales y tecnológicos, cuando, en la realidad, todos los centros manejan líneas en cada una de estas áreas. Es decir, todos hacen de todo.
La reorganización propuesta implica integrar esto para revertir el esquema actual. La reorganización, entonces, comprende dos vías. Por un lado, se buscará la integración de agendas y la creación de coordinaciones; por el otro, el fortalecimiento de subsedes, consorcios y centros de investigación.
En el proceso para identificar e integrar los temas que abordaría cada coordinación participaron los directores de centros, analizando los temas de los proyectos de investigación que, patrocinados por otras instituciones, ha desarrollado últimamente cada institución.
Así, se proponen cinco coordinaciones: de manufactura avanzada y procesos industriales; de física, matemáticas aplicadas y ciencia de datos; de medio ambiente, producción de alimentos y biotecnología; de economía, política pública y desarrollo regional; de historia y antropología social.
Por su vocación, prácticamente cada centro quedaría adscrito como actor protagónico en una sola de estas coordinaciones. Sin embargo, por ser multidisciplinario de origen, el CICESE figura como protagónico en dos coordinaciones: la de física, matemáticas aplicadas y ciencia de datos, y la de medio ambiente, producción de alimentos y biotecnología.
Ambos funcionarios del CONACYT, reconocieron que los planes de reestructuración no trascienden la actual administración federal, pero confiaron en que para 2018 el sistema de centros CONACYT pudiera tener de 9 a 11 subsedes, de 16 a 18 consorcios y hasta 4 centros de investigación nuevos.