Ensenada, Baja California, México, 21 de junio de 2012. Fragmentos de lodos y suelos oceánicos de cualquier parte del mundo viajan desde el océano profundo hasta los laboratorios de investigación a través de herramientas especializadas llamadas multinucleadores. Estas herramientas sirven para estudiar y aportar conocimientos novedosos sobre los tipos de organismos que contienen, sus abundancias, calidad y salud ambiental, edad, entre otros parámetros. En México sólo existen dos herramientas que pueden colectar de manera múltiple estos fragmentos de suelo y se llaman nucleadores múltiples, uno está en el CICESE y otro en la UNAM.
La Dra. Victoria Díaz Castañeda, investigadora del Departamento de Ecología Marina del CICESE y responsable de que hoy el CICESE sea un referente nacional al contar con su propio nucleador múltiple, se acercó al Dr. José Manuel Saniger Blesa, director académico del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y juntos aceptaron el reto de construir el segundo multinucleador presente en México. Finalmente, la tarea fue realizada por el M. en C. Rigoberto Nava y el Ing. Juan Carlos Flores, investigadores del CCADET.
Díaz Castañeda ya había trabajado con otras herramientas con propósitos similares, como son las dragas marinas y hasta este año cuenta por primera vez con su propio equipo, que es único en el norte del país; sólo hay otro similar en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
Que el CICESE cuente con este equipo brinda la posibilidad de explorar la fauna casi inmóvil, es decir sésil o semisésil que habita el sustrato oceánico. Es posible acceder a la historia de vida de los organismos y poblaciones de ecosistemas bentónicos de cualquier mar, laguna u océano al que se pueda llegar. También es posible realizar estudios de gran relevancia que tienen diversos usos, por ejemplo, el reconocimiento de los parámetros de calidad ambiental y grado de salud de los ecosistemas.
Un multinucleador (multicorer, en inglés) es una herramienta submarina de amplio uso en investigaciones oceanográficas. Con esta herramienta se pueden estudiar y proponer investigaciones tan diversas como investigar a los organismos presentes sobre el suelo marino y dentro de él, conocer los climas o las condiciones oceanográficas del pasado; la flora y fauna marina que habitó los mares de hace millones de años, o las actuales. Se pueden datar y obtener las fechas de vejez de los suelos marinos a diversas profundidades. En fin, una gama amplia de estudios que favorecen el conocimiento del bentos, la comunidad formada por los organismos que habitan el piso o fondo de los ecosistemas acuáticos.
El multinucleador es un aparato con funciones mecánicas que se utiliza para obtener muestras conocidas como núcleos por los investigadores. Su estructura metálica es de acero inoxidable, tiene una parte central que lleva seis tubos de policarbonato transparente, cada uno de los cuales tiene 10 cm de diámetro y 45 cm de largo, estos constituyen el “corazón” del equipo, el cual está rodeado de una estructura o campana que lleva seis patas y permite que el aparato se pose suavemente sobre el fondo. Este multinucleador fue diseñado para tomar muestras hasta 4 mil quinientos metros de profundidad y soportar presión.
Para corroborar el buen funcionamiento del multinucleador, los doctores Victoria Díaz Castañeda y Juan Carlos Herguera García, investigadores del CICESE, junto con sus colegas de la UNAM, realizaron tres pruebas en océano abierto hasta llegar a perfeccionarlo completamente y lograr un funcionamiento adecuado.
La primera prueba se hizo a 540 metros de profundidad. Fue en el buque oceanográfico “Francisco de Ulloa”, del CICESE, con el Dr. Juan Carlos Herguera a bordo, quien realizó muestreos profundos. La segunda fue a bordo del buque oceanográfico “El Puma”, uno de los dos que posee la UNAM, anclado en Mazatlán, Sinaloa. En esta ocasión el multinucleador fue sumergido a 600 metros de profundidad, donde las adaptaciones funcionaron a la perfección. Finalmente, el dispositivo se lanzó a más de cuatro mil metros de profundidad. La prueba se hizo durante la campaña XIXIMI-2, que se llevó a cabo en julio de 2011, a bordo del buque oceanográfico “Justo Sierra” de la UNAM, anclado en Tuxpan, Veracruz.
La expedición XIXIMI-2 estuvo a cargo del CICESE, y fue comandada por Sharon Herzka y Juan Carlos Herguera. El crucero se enfocó en establecer las condiciones oceanográficas y biogeoquímicas en la región central del Golfo de México, en aguas profundas, esfuerzo coordinado por el Instituto Nacional de Ecología de la SEMARNAT, en respuesta al derrame petrolero de Deepwater Horizon, ocurrido en el 2010, en la costa sur de Estados Unidos, en el Golfo de México.
En la tercera prueba del multinucleador, el equipo de investigación obtuvo 12 muestras del fondo marino desde profundidades que fueron de los mil 200 hasta 4 mil 500 metros de profundidad.
Sin duda contar con esta herramienta tan valiosa en el CICESE es un gran logro, ya que reúne esfuerzos de investigadores de diferentes disciplinas; obtiene datos que sirven de base para muy diversas líneas de investigación y apoya la labor científica de los geólogos, biólogos, ecólogos marinos y oceanólogos de del CICESE.