Ensenada, Baja California, México, 7 de marzo de 2013. Por ser el CICESE una de las cinco instituciones de referencia en México en estudios sobre oceanografía y ciencias marinas, el consorcio Campus do Mar, que aglutina 23 organismos públicos y privados de investigación asentadas en la región de Galicia, España, y el norte de Portugal –y que concentra más de 3 mil investigadores europeos en estos temas–, pretende incorporar a este centro en programas de investigación, docencia y transferencia de conocimiento.
Así lo dijo ayer el director de este consorcio, llamado campus de excelencia internacional, Dr. Emilio Fernández Suárez, durante una conferencia celebrada en el CICESE donde anunció que ya está prácticamente en revisión el convenio de colaboración que permitirá a ambas instituciones participar, a través de un programa de doble titulación, en un doctorado en Ciencias Marinas, Tecnología y Manejo.
Este programa, explicó el Dr. Fernández, se imparte exitosamente en la Escuela Internacional de Posgrado del Campus do Mar, con cursos en inglés, la mitad impartidos por personal académico ajeno al campus, y de manera presencial o por videoconferencia.
¿Y por qué el CICESE? En principio explicó que Campus do Mar tiene un programa de internacionalización que ha identificado a México, Chile y Brasil como los países con los que pretende establecer relaciones académicas, por afinidades culturales y nivel de desarrollo en investigación en temas relacionados con el mar, además de China.
Realizaron un estudio bibliométrico en cada uno de estos países para cuantificar el impacto de las instituciones que realizan investigación y forman recursos humanos en temas relacionados con el mar. De esta manera, identificaron al CICESE, la UABC, el CIBNOR, la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional como las cinco instituciones mexicanas con las que desean establecer colaboraciones en los tres grandes ejes que maneja el campus: investigación, docencia y transferencia.
Definió al Campus do Mar como una agregación liderada por la Universidad de Vigo y promovida por las tres universidades asentadas en Galicia, así como por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España y el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Campus do Mar integra 23 instituciones públicas y privadas de la eurorregión de Galicia y el norte de Portugal.
Así, participan el Instituto de Investigaciones Marinas, el Instituto Español de Oceanografía, centros tecnológicos en conservación, comunicaciones, energía, toxinas marinas, de metales o de transferencia a la empresa, entre otros, la mayoría asentados en las inmediaciones de Vigo.
Respecto a investigación, se ordena alrededor de cuatro clusters temáticos: Observación del océano y cambio global; Gestión integradora de la zona costera; Uso y gestión sostenible de recursos marinos, y Competitividad: progreso tecnológico y gestión integral. Tiene además tres programas de investigación emergentes: análisis y modelado de sistemas marinos complejos; energía marina, y tecnologías OMICS aplicadas a medio ambiente. En todas ellas se buscan resultados que puedan ser transferibles al sector productivo.
Respuesta de comunidades microbianas a cambios en el ciclo del nitrógeno
Ayer mismo, el Dr. Emilio Fernández, quien es también miembro del Comité Externo de Evaluación del CICESE y ha basado su carrera académica en el estudio de los productores primarios, en el acoplamiento de éstos con los sistemas físicos del océano y más recientemente en trabajo experimental sobre la respuesta de productores primarios y bacterias al aporte de nitrógeno, sustentó una conferencia sobre este último tema.
Precisó que hay tres grandes procesos o problemas ambientales que están fuera de los límites de seguridad del planeta: la pérdida de biodiversidad en tierra y mar; la alteración antropogénica del ciclo del nitrógeno, y el cambio climático.
Respecto al segundo, mostró una gráfica donde puede apreciarse cómo a pesar de venir disminuyendo la superficie de tierras dedicadas al cultivo de 1890 a la fecha, la producción de alimentos en el campo ha seguido creciendo, debido principalmente al uso de fertilizantes.
El nitrógeno producido por el hombre entra el ciclo por dos grandes vías: por los ríos, que terminan acarreando el nitrógeno que, vía fertilizantes, se usa en el campo, y por la atmósfera, a donde va el nitrógeno que se libera por la quema de combustibles fósiles.
Una tabla comparativa muestra que mientras en 1860 se incorporaban 15 teragramos de nitrógeno por año, en 1990 incrementó a 156, y se estima que en 2050 el nivel alcanzará 267 teragramos por año.
La plática del Dr. Fernández se centró en la respuesta de las comunidades microbianas costeras y oceánicas a los cambios en la aportación de nitrógeno, ya sea a través de la incorporación de nutrientes orgánicos, inorgánicos o una mezcla de ambos.
El diseño experimental que han adoptado analiza múltiples variables para ver la respuesta bacteriana y de productores primarios (microalgas). Adicionalmente, su grupo de investigación realizó una campaña oceanográfica en el Atlántico para ver si las respuestas de las comunidades microbianas oceánicas dependen del tipo de red trófica.
Si bien los resultados de la parte experimental no permiten predecir la respuesta de estas comunidades ante variaciones en el aporte de nitrógeno, siendo esta falta de capacidad predictiva uno de los aspectos que más se requiere en oceanografía biológica, la campaña oceanográfica sí permitió conocer que la respuesta de los sistemas costeros es muy diferente a la de los oceánicos, en el sentido de que éstos nunca responden a los aportes de nutrientes.