Una conectividad de alta velocidad a través de la red de fibra óptica 10G que enlaza por Internet al CICESE permite incrementar exponencialmente la cooperación científica “en la nube” entre México y el resto del mundo gracias al intercambio y visualización de grandes volúmenes de datos en tiempo real. La conectividad existente ha beneficiado la investigación en áreas como la nanotecnología, astronomía, oceanografía física, ciencias de materiales, sismología y ciencias de la computación, coincidieron diversos ponentes que acudieron a este centro de investigación a relatar la experiencia con sus proyectos a través de este ancho de banda de gran capacidad. La conectividad a través de la red de fibra óptica ha permitido incrementar la cooperación en proyectos de cómputo en la nube, monitoreo sismológico, geología, modelación númerica de eventos de ciclones tropicales y modelos de transporte y dispersión de hidrocarburos en estuarios del Golfo de México, entre otros casos que se presentaron durante el foro Big Data, Big Network, realizado este 10 y 11 de octubre en el auditorio institucional del CICESE. Durante el foro, organizado por esta institución en conjunto con el Centro Universitario para el Desarrollo de Internet (CUDI) y la Corporación para Iniciativas de Redes de Educación en California (CENIC, por sus siglas en inglés), diversos investigadores del CICESE y de otras instituciones globales discutieron las posibilidades que ofrece la red 10G AmLight para compartir datos, facilitar la ejecución de proyectos en conjunto y crear plataformas científicas en línea, o hubs, a través de portales como HUBZero. HUBZero, por ejemplo, es una plataforma de código abierto desarrollada en la Universidad Purdue, que está basada en “la nube” para construir sitios científicos, gracias a su capacidad de ejecutar códigos de investigación computacional, administración de bases de datos y visualizar y analizar resultados a través de un navegador de Internet, según presentó Michael McLennan, director de la organización HUBZero. El sitio thermalHUB, por ejemplo, un sitio que opera a través de la red nanoHUB, que fue la raíz de la creación de HUBZero, provee herramientas digitales, bases de datos compartidas y recursos en línea para la investigación enfocada en la transferencia de calor, y es sólo uno de los ejemplos de intercambio científico por Internet que sólo una conectividad 10G como la que comparte este centro con el vecino país del norte puede lograr. A su vez, el doctor Enrique Pacheco Cabrera, técnico titular del Departamento de Electrónica y Telecomunicaciones del CICESE y coordinador general de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico de la Agencia Espacial Mexicana, subrayó la necesidad de contar con una red más ambiciosa de procesamiento de datos y conectividad para las actividades de este sector en México, que proyecta la construcción de un centro de datos con capacidad de procesamiento de 1.5 petabytes. Otro ejemplo de la cooperación que se ha incrementado tras la implementación de la Red 10G del CICESE es compartir datos de monitoreo de actividad sísmica en tiempo real con tecnologías como LiDAR (Light Detection and Ranging, en inglés), que utiliza láseres para proveer mapeo rápido y uniforme de un rango variado de características geológicas, uso que ha sido posible gracias a esta conectividad. La conectividad actual AmLight 10G permite el flujo rápido de información a través de las fronteras a las instalaciones de Open Topography en el Centro de Supercómputo de San Diego, lo cual permite un mejor análisis de la información geológica y visualización para investigadores del CICESE y del centro KeckCaves de la Universidad de California en Davis, mejorando la capacidad de colaboración entre científicos estadounidenses y mexicanos para tratar de predecir la ocurrencia de sismos.