El uso de aguas tratadas para aplicaciones agrícolas requiere de garantizar una calidad adecuada del líquido conforme a las normas nacionales pertinentes, y sería óptimo tener más estudios sobre su efecto en los cultivos del Valle de Guadalupe.
En ese sentido, el CICESE realizará una investigación a partir de un proyecto de tesis de doctorado a nivel laboratorio en el que se analizará el efecto del riego de diversos tipos de aguas marginales en el suelo y la vid, aseguró la Dra. Zayre González Acevedo, investigadora asociada del Departamento de Geología de CICESE.
El proyecto, consiste en monitorear el crecimiento de la vid con el uso de aguas tratadas provenientes de las plantas de tratamiento de El Naranjo, El Sauzal y de La Morita en Tijuana, o La Bandera en el norte de Rosarito.
“Queremos comparar y contrastar las diferencias en el crecimiento de la planta con aguas tratadas y aguas provenientes de acuíferos locales, como el del Valle de Guadalupe, Ojos Negros y Santo Tomás,” explicó la doctora González Acevedo.
Las aguas residuales tratadas ya se usan en varios países incluso a nivel doméstico, como en Los Ángeles, por lo que representa una alternativa para un abastecimiento seguro en la región, dijo la académica.
“Tenemos que empezar a ver alternativas, aunque actualmente usamos agua de acuíferos, no la usamos en realidad en consumo doméstico para cocinar o beber,” dijo.
Lo único que hay que garantizar, afirmó, es la calidad del agua, ya que hay normas oficiales mexicanas que interpretan los estándares adecuados del uso de aguas tratadas para su uso en diferentes sectores, y dado que el 80% del agua se destina a la agricultura, ahí es donde es necesario el énfasis en este caso.
Las normas mexicanas no están tipificadas para cada cultivo, pero sí hay normas generales a nivel nacional y normas de recomendación,” expresó.
Para el estudio que realiza el CICESE, se utiliza una muestra representativa de plantas de vid desde semilla hasta cierta madurez utilizando troncos de vid de la especie Cabernet Sauvignon.
También se analizarán variables como el ciclo biogeoquímico del sodio, dado que en la región se utiliza agua con grandes cantidades de sales disueltas, por lo que se revisará su efecto en el crecimiento de la vid, basándose en estudios previos que se han hecho a través de proyectos interinstitucionales encabezados por el CICESE.