74/2014 Vinculación entre industria, gobierno y universidades, clave en carrera espacial

El fomento al desarrollo científico y tecnológico que debe encaminar un país interesado en capitalizar los beneficios de la tecnología satelital en el espacio exterior depende de una vinculación exitosa entre los actores de la industria con la comunidad académica y el gobierno. Así coincidieron expertos y académicos de varios países durante el segundo día de actividades del Simposio México-ONU sobre Tecnología Espacial Básica, que se realiza en las instalaciones del CICESE en esta semana, y en la que se discutieron diversas ponencias sobre la creación de capacidades para desarrollar este tipo de tecnología. Uno de los temas fundamentales analizados fue la creación de asociaciones internacionales para la innovación en la búsqueda de potenciar la capacidad tecnológica espacial de los países emergentes, en donde es fundamental analizar el contexto económico y nacional, los actores en el marco del convenio y delimitar su función para poder crear una sinergia exitosa, aseguró la doctora Danielle Wood, miembro de Johns Hopkins University. Más de 15 países este año mantienen convenios de cooperación científica (CISTIPS, por sus siglas en inglés) entre instituciones académicas y gubernamentales para el desarrollo de proyectos de diseño y fabricación de tecnología espacial satelital, entre los que se cuentan Argelia, Turquía, Chile, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos y Malasia, entre otros, apuntó la especialista. Wood presentó cuatro modelos distintos desarrollados por universidades como Harvard o el MIT para fomentar los convenios de cooperación internacional en materia científica, y su punto en común depende de factores como tomar en cuenta el contexto económico, técnico, público y la seguridad y geopolítica nacional para ajustar un convenio que sirva en forma eficiente a los intereses de los actores internacionales involucrados. A su vez, Ricardo García, representante del Centro de Investigación y Tecnología de Honeywell Aerospace, en Mexicali, aseguró que el corporativo ha logrado crear una sinergia exitosa con las universidades bajacalifornianas y las comunidades donde opera a través de una estrategia que involucra la vinculación con las universidades en la formación del currículo que persiguen las carreras de ingeniería en esa ciudad. Ello ha llevado a que en menos de cinco años el porcentaje de ingenieros de origen bajacaliforniano se haya incrementado hasta el 80% de su plantilla laboral, cuando anteriormente ese porcentaje correspondía a ingenieros de otras ciudades de México. También aseguró que el 99% de los empleados de este corporativo en Mexicali son bajacalifornianos. “Hemos abogado por fomentar la educación STEM (Matemáticas, Ciencia, Tecnología e Ingeniería, por sus siglas en inglés), y hemos traído cada año al ganador de un premio Nobel de Química o Física a Mexicali, además de organizar el primer concurso de Robótica en el estado”, señaló García. Para el corporativo, la formación temprana de capital humano especializado y la retención de talento es clave para poder consolidar una industria aeronáutica y espacial exitosa en un país. A manera de ejemplo, citó que desde el 2005, el Centro de Investigación y Tecnología de Honeywell Aerospace en Mexicali ha logrado 6 patentes registradas en Estados Unidos, incluyendo un rediseño del 60% de un motor principal de propulsión para aviones, que fue realizado por ingenieros mexicanos. En las actividades del día participaron además representantes de Sudáfrica, Alemania, Japón, Brasil, Reino Unido, Venezuela y México. El encuentro científico, que preside anualmente la Organización de las Naciones Unidas y que en esta ocasión la organización institucional corrió a cargo de la Agencia Espacial Mexicana (AEM) y el CICESE, tiene como fin propiciar el intercambio de experiencias entre expertos y agencias espaciales de más de 60 países para facilitar la participación de países emergentes en el uso pacífico del espacio.