Fortalecer la capacidad humana y la infraestructura científica y tecnológica de la oceanografía mexicana para abordar los retos y necesidades asociados a la exploración y explotación de hidrocarburos en aguas profundas del Golfo de México, es uno de los objetivos fundamentales del proyecto “Implementación de redes de observaciones oceanográficas (físicas, geoquímicas, ecológicas) para la generación de escenarios ante posibles contingencias relacionadas a la exploración y producción de hidrocarburos en aguas profundas del Golfo de México”, cuya firma del convenio de asignación de recursos por más de 1,500 millones de pesos tuvo lugar la tarde de ayer en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). El proyecto con duración de cinco años e igual número de líneas de acción será desarrollado por un consorcio integrado por el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), como institución líder; el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, unidad Mérida; cuatro dependencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (el Centro de Ciencias de la Atmósfera y los institutos de Ciencias del Mar y Limnología, de Biotecnología y de Geofísica); el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial; la Universidad Autónoma de Baja California; el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, y Baja Innova, SAPI de CV, como la empresa asociada al consorcio que, también, será fortalecido por la colaboración de prestigiosos académicos de otras instituciones nacionales y del extranjero. Este megaproyecto del fondo sectorial CONACYT-Secretaría de Energía-Sustentabilidad Energética, que es un fideicomiso creado para atender las principales problemáticas y oportunidades en materia de sustentabilidad energética del país, “es fundamental para la actividad petrolera en el Golfo de México, apunta a la parte preventiva, a reducir riesgos; ojalá que nunca ocurra, pero en el caso de algún derrame de hidrocarburos tendremos las herramientas para amainar las probables afectaciones en el gran ecosistema que es el Golfo de México”, señaló el M. en C. Luis Gabriel Torreblanca Rivera, titular de la Dirección Adjunta de Desarrollo Tecnológico e Innovación del CONACYT, en la firma del convenio. El proyecto bajo la responsabilidad legal del Dr. Federico Graef Ziehl; administrativa, de la M. en C. Leonor Falcón Omaña, y técnica, del Dr. Juan Carlos Herguera, firmantes del convenio, se llevará a cabo a través de las siguientes cinco líneas de acción que, a su vez, serán coordinadas por investigadores de esta institución: Plataformas de observación oceanográfica, por Francisco Ocampo; Línea base y monitoreo ambiental, por Sharon Herzka; Modelos numéricos de circulación y biogeoquímica, por Julio Sheinbaum; Degradación natural de hidrocarburos, por Alexei Licea, y Análisis de derrames, por Paula Pérez Brunius. Luego de la firma del convenio de asignación de recursos, el consorcio se reunirá para establecer la agenda de trabajo a cinco años, y cumplir con los objetivos trazados y que pueden resumirse en: 1) Realizar mediciones físicas, químicas y biológicas para establecer una línea de base del estado actual y variabilidad natural del gran ecosistema del Golfo de México. 2) Generar y utilizar tecnologías de vanguardia para observar el océano de una forma continua y en algunos casos en tiempo real; que estas tecnologías puedan usarse en el caso de un derrame y que junto con modelos numéricos permitan estimar su dispersión y posibles consecuencias. Y 3) Construir modelos físicos, biogeoquímicos y de transporte de hidrocarburos que incorporen procesos de intemperización y generen mapas de riesgo, tiempos de arribo y estimación de impactos en forma eficiente y tomando en cuenta las características químicas de los hidrocarburos y la posición y profundidad de los posibles derrames. Durante su intervención en la firma del convenio, el M. en C. Néstor Díaz Ramírez, director de Desarrollo Tecnológico del CONACYT, destacó que más de 85 millones de pesos del megaproyecto serán destinados a becas de estudiantes desde licenciatura hasta posdoctorado e intercambio entre instituciones nacionales y extranjeras con planteamientos similares. Al respecto, el Dr. Juan Carlos Herguera puntualizó: “Es un plan ambicioso, pero queremos capacitar a la siguiente generación de oceanógrafos para que use las herramientas que vamos a utilizar en este proyecto. Estamos ante un gran desafío de pasar de la oceanografía tradicional a una nueva oceanografía observacional con instrumentos y plataformas que están midiendo en tiempo continuo, y modelos que están procesando en tiempo real; es una visión que necesitamos para entender mejor cómo trabaja el Golfo de México. Queremos capacitar a la gente que pueda trabajar a futuro en estos problemas”. Al gran reto de esta investigación multi e interdisciplinaria, Juan Carlos Herguera suma el desafío de poder establecer una adecuada comunicación y coordinación entre los integrantes del consorcio, así como la creación de una base de datos compleja que llegue a estar disponible a toda la comunidad científica, que sea del dominio público. Se prevé para marzo o abril de 2015, la primera de las aproximadamente 30 campañas oceanográficas de este proyecto de cinco años. En la firma del convenio de asignación de recursos estuvieron presentes por el CONACYT los maestros en ciencias Luis Gabriel Torreblanca Rivera y Néstor Díaz Ramírez; por Banobras, la fiduciaria del proyecto, la C.P. Rosa María Turriza, subgerente de Negocios Públicos, y por el CICESE, la M. en C. Leonor Falcón Omaña y el Dr. Juan Carlos Herguera, responsables administrativo y técnico, respectivamente.