El plan del gobierno federal ha sido aplicar esa fórmula contra la COVID-19 en personas mayores de 60 años aun cuando faltan pruebas sobre su efectividad para ese grupo.

Luis R. Castrillón

En su carrera por vacunar a la mayor cantidad posible de mexicanos en 2021 contra la COVID-19, el gobierno mexicano tiene programado comenzar a inmunizar a las personas adultas mayores a finales de este mismo mes de enero con la fórmula desarrollada por la empresa CanSino Biologics.

Ese es el plan que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado en más de una ocasión durante sus conferencias de prensa matutinas, incluida la del día 5 pasado en la que reiteró que al finalizar este mes deberá terminar la etapa de vacunación al personal de salud con la vacuna de Pfizer BioNTech y después se continuará con la vacuna de CanSino.

“Con esa vacuna podríamos comenzar la vacunación en las comunidades más apartadas del país, con los adultos mayores”, informó al referirse a que a más tardar a finales de marzo toda la población arriba de 60 años del país esté vacunada. (1)

Como programa público de atención a la crisis sanitaria que ha provocado la muerte de más de 120 mil personas en México, el plan parece una luz esperanzadora para la población en general, pero sobre todo para quienes rebasan los 60 años.

Pero ese objetivo enfrenta un obstáculo que está lejos de ser cosa menor y, por el contrario, podría implicar un error en la estrategia nacional de vacunación contra el virus SARS-CoV-2: los resultados preliminares de las fases 1 y 2 de prueba de la vacuna de CanSino Biologics muestran menor efectividad en las personas arriba de los 55 años.

Y como hasta la redacción de este artículo no se han publicado ni siquiera los resultados preliminares de la fase 3 de prueba de esa fórmula, es imposible saber si los datos cambiarán y si la vacuna genera la suficiente respuesta inmune entre el grupo poblacional mencionado.

De ahí que comenzar su aplicación sin que exista un conocimiento certero sobre su efectividad, implica también un riesgo de que sea poco útil como parte de la campaña de prevención de la COVID-19 en México.

Lo anterior se explica a partir de entender que la vacunación sistemática contra un agente infeccioso -como el coronavirus que desató la pandemia de 2020- es un elemento crucial para lograr también la tan mencionada inmunidad de grupo.

Vacunas e inmunidad de grupo

Lo primero es dejar claro qué es la inmunidad de grupo, colectiva o “de rebaño”, la cual consiste en la protección que una población determinada puede alanzar ante una infección como resultado de la presencia de personas inmunes dentro de ese conjunto. (2)

La capacidad de un grupo de población de desarrollarla dependerá de la capacidad del agente infeccioso de transmitirse de una persona a otra, desde una fórmula que de manera breve y sencilla puede explicarse de la siguiente forma: a mayor cantidad de personas inmunes, menor número de canales de transmisión y por ende menor capacidad del patógeno de continuar contagiándose.

La inmunidad de cada una de las personas que integran esa población puede adquirirse de dos formas: a través del desarrollo de anticuerpos de forma natural después de padecer la enfermedad o a través de la inmunización inducida, es decir, de la vacunación.

Y como en general las vacunas pueden no ser 100 por ciento efectivas, el control o la erradicación de determinada enfermedad infecciosa se obtendrá cuando una proporción suficientemente elevada de la población sea inmunizada con una fórmula que haya sido probada como eficiente para desarrollar una alta respuesta inmune.

Por eso es que frente a una pandemia como la provocada por el SARS-CoV-2 la vacunación se ha convertido en la estrategia que pudiera ofrecer una mejor garantía de control de una enfermedad que, como ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría convertirse enfermedad que podría “no desaparecer nunca” y convertirse en algo con lo que siempre vamos a convivir como humanidad. (3)

Y, por ende, para alcanzar ese control efectivo del contagio de la enfermedad y mitigar el impacto de la COVID-19 en la salud de las personas, así como en el sector sanitario y la economía del mundo es necesario contar con vacunas que hayan probado su efectividad bajo estrictos protocolos científicos que forman parte de estándares internacionales.

¿Qué le falta a la vacuna de CanSino Biologics para poder aplicarse en México como hasta ahora se ha planteado?

Ante esa pregunta lo más importante es señalar que la fórmula desarrollada por esa empresa de China ha demostrado ser apta para su uso en personas y tener índices aceptables de efectos adversos por lo que sí puede utilizarse como parte de un programa sistemático de vacunación.

De hecho, la fórmula ha superado las fases 1 y 2 de prueba para constatar su seguridad y efectividad para desarrollar respuesta inmune ante la infección por el coronavirus que provocó la pandemia del año 2020. (4)

El avance en su desarrollo permitió a la empresa farmacéutica contar con los elementos para que se autorizara la fase de prueba tres que comenzó en septiembre de 2020 y cuyos estudios se había programado completar el 30 de diciembre de ese mismo año, de los cuales México forma parte.

En esa fecha, de acuerdo con el registro del ensayo clínico en fase 3 de la vacuna mencionada (5), indica el dato de cuándo se programó que fuera examinado o hubiera recibido alguna intervención clínica la última de las personas que participen voluntariamente en la prueba.

De hecho, hasta el día de la redacción de este artículo, la empresa CanSino Biologics continúa reclutando a quienes quieran participar para probar la vacuna… o en términos más sencillos: no ha concluido la fase 3 de pruebas por lo que no cuenta con información suficiente aún sobre la efectividad de la vacuna que desarrolló.

De ahí que contemplar la aplicación de 35 millones de dosis de ese antígeno en la población adulta mayor del país puede representar, como se señalaba al principio, el riesgo de reducir la efectividad de la campaña de vacunación en general en México… y por ende la tan necesaria inmunidad colectiva o de grupo inducida.

Además, los resultados que sí se conocen muestran menor efectividad en adultos mayores

A todo lo anterior expuesto se suma un asunto clave que el gobierno federal, o al menos el presidente López Obrador en su discurso, ha mostrado estar soslayando: que la vacuna ha demostrado una menor efectividad en las personas adultas mayores.

Muestra de ello han sido las propias declaraciones del mandatario mexicano quien descalificó los cuestionamientos sobre la falta de evidencia suficiente para aplicar la vacuna en la población adulta mayor señalando que se trata de “razones que no viene al caso tratar aquí, pero la gente ya imagina”.

“Nosotros no nos metemos en eso, porque lo que importa es la salud del pueblo. Esto no es de ideologías, no tiene que ver con las posturas políticas de los gobiernos, aquí lo que nos importa es salvar vidas”, expuso López Obrador descartando la crítica.

Los cuestionamientos vinieron principalmente de la doctora en Biología Molecular por la Universidad de Oxford e investigadora de vacunas y nuevos tratamientos contra COVID-19, Roselyn Lemus-Martin, quien ha sido enfática en señalar que hace falta esperar más resultados de la fórmula de CanSino Biologics.

En un hilo publicado en twitter el 30 de diciembre pasado, la investigadora de origen mexicano, explicó que esa vacuna desarrollada a partir del adenovirus Ad5 -un virus del resfriado común- mostró resultados prometedores en sus primeras fases.

Sin embargo, aclara en su publicación, en su fase 1 la fórmula produjo respuestas inmunes débiles en personas entre los 45 y 60 años, en tanto que para la fase 2 se observó una efectividad menor en personas mayores de 55 años. (6)

Las declaraciones hechas por la experta en biología molecular fueron retomadas por el sitio Infodemia, un órgano gubernamental dirigido por el presidente del Sistema del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, en el que se intentó señalar como “falsa” la información sobre la falta de evidencias. (7)

En su cuenta de Twitter, Infodemia afirmó que “es falso” que la fórmula de CanSino “no funcione en adultos mayores” y que “el director ejecutivo de la farmacéutica afirmó que la vacuna se aplicó a miles de ciudadanos en China sin mostrar resultados adversos”.

La afirmación del portal gubernamental resulta engañosa porque las críticas al plan de comenzar a aplicar esa vacuna este mismo mes de enero en ningún momento han afirmado que el antígeno produzca algún resultado adverso considerable, y solo se han orientado a advertir sobre la falta de efectividad mostrada en personas adultas mayores.

En una segunda publicación, Lemus-Martin insistió en el tema señalando que, si se insiste en ese plan anunciado por el presidente mexicano, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) tendría que otorgar una aprobación de emergencia.

Pero “solamente se puede dar dicha aprobación si se tienen resultados preliminares de la fase 3, como lo que sucedió con (las vacunas) de Moderna y Pfizer”… y esos resultados, como se expone antes en este artículo, todavía están por generarse porque esa fase sigue en desarrollo. (8)

Sin embargo, y pese a la información señalada por la investigadora mexicana y a los documentos públicos a los que puede accederse sobre la fase 3 del ensayo clínico de CanSino Biologics, el gobierno federal insiste en su plan de comenzar a vacunar a las personas adultas mayores a finales de este mismo mes.


LINKS:

1.- https://lopezobrador.org.mx/2021/01/05/version-estenografica-de-la-conferencia-de-prensa-matutina-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-451/

2.- https://institutoeuropeo.es/articulos/insights/vacuna-inmunidad-grupo-colectiva/#definicion

3.- https://youtu.be/euLCb4sJ62A

4.- https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)31605-6/fulltext

5.- https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04526990

6.- https://threadreaderapp.com/thread/1343590396480290823.html

7.-  https://twitter.com/infodemiaMex/status/1344433254414381056

8.- https://threadreaderapp.com/thread/1344106543424413696.html


#COVIDconCIENCIA es una iniciativa para cubrir la pandemia con base en evidencia científica. Es una colaboración entre la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia, El editor de la Semana, Científicas Mexicanas, La Bombilla y Verificado.

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