Ensenada, Baja California, México, 16 de febrero de 2024. Un grupo de investigación del CICESE, liderado por la doctora Sara Ceccarelli, realizó un estudio en la península de Baja California sobre al abejorro de Crotch (Bombus crotchii), una especie clasificada “en peligro” en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que solo habita en esta región de México y en California, Estados Unidos.
Su identificación conlleva varios retos, pues es fácil que se confunda con otros abejorros del género Bombus: abejas de cara cuadrada, velludas, negras con franjas amarillas y capaces de recorrer largas distancias. Su residencia en el estado de California es conocida, pero de su presencia en Baja California se sabe poco.
Para buscar al abejorro, el equipo visitó 20 localidades, desde Ensenada, Baja California hasta Guerrero Negro, Baja California Sur. A lo largo del estudio, que tuvo duración de un año, sumaron 40 días en campo y obtuvieron 17 registros del género Bombus, sin embargo, solo dos correspondientes a Bombus crotchii.
“Entonces en todo ese tiempo en campo solo se avistó dos veces la especie focal, lo que nos habla de que sí es muy rara, sí está en peligro y casi no hay en Baja California”, apunta la doctora Ceccarelli, investigadora asociada del Departamento de Biología de la Conservación del CICESE.
El proyecto fue financiado por la Fundación para la Conservación de Especies Mohamed bin Zayed y tuvo como objetivo conocer el límite sur de distribución de la especie, así como frecuencia, temporadas y hábitats en los que se encuentra en Baja California.
El equipo se comprometió a buscar al abejorro en campo y obtener registros observacionales y fotográficos, además de identificar en qué flores forrajean, es decir, recolectan polen.
Búsqueda y resultados
Además de la doctora Sara Ceccarelli, el equipo que participó en la búsqueda del abejorro de Crotch lo integraron Eulogio López, técnico del CICESE; David Schneider, investigador posdoctoral; Diego de Pedro y Alejandra Castañeda, estudiantes del doctorado en Ciencias de la Vida, así como algunos voluntarios.
La mayoría de las 20 localidades que visitaron se encontraba en Valle de Guadalupe, Maneadero y San Quintín, pero también visitaron Cataviña y Guerrero Negro, comunidades sureñas de la península.
Sara Ceccarelli describió que la búsqueda fue “a ojo”, recorriendo áreas naturales y campos agrícolas que colindan con el monte, lugares en los que regularmente hay floraciones.
Especialistas y estudiantes realizaron el recorrido con cámara en mano, ya que la captura fotográfica ofrece más rigurosidad en los registros en comparación con el registro a ojo, que puede llegar a confundir hasta a los expertos, por el gran parecido entre los abejorros del mismo género.
Las salidas a campo se realizaron a lo largo de las cuatro estaciones del año y los registros se hicieron en mayo y junio de 2023, lo que sugiere que los avistamientos en Baja California podrían ser más frecuentes en primavera.
“Puede ser que se esté concentrando más al norte y también puede deberse a que en primavera hay más floraciones, es cuando más se ven de todo tipo de abejas pero, comparado con otros abejorros, Bombus crotchii es la que menos se ve”, comentó la doctora Ceccarelli.
De estos registros, en la localidad de Maneadero, en Ensenada, se ubicó el más sureño, con lo que el equipo concluyó que la presencia del abejorro en México es en un área muy pequeña que se suma a la provincia florística de California, en Estados Unidos.
La información recabada se utilizó para la creación de un mapa que especifica en dónde se encuentra la especie y en dónde no se registraron avistamientos.
De acuerdo a Sara Ceccarelli, los factores que han llevado a este abejorro a una situación crítica son los mismos que aquejan a otras especies: la pérdida de hábitat por el cambio de uso de suelo a zonas urbanas o agrícolas.
Agrega que “también puede tener algo qué ver el cambio climático, se están moviendo más hacia el norte porque ya no es adecuado el clima, pero no podemos estar seguros porque no tenemos muchos datos históricos”.
Dada la falta de información sobre Bombus crotchii, la investigadora percibe al estudio recién finalizado como un primer paso para emprender un monitoreo de largo plazo e identificar si la especie se está desplazando hacia el norte o conocer con mayor certeza lo que está ocurriendo.
De forma general y para evitar que la situación de la especie empeore, recomendó que aunque haya cambios de uso de suelo se dejen áreas con plantas nativas o, en caso de que no haya, plantarlas, una recomendación que ha sido bien recibida por agricultores.