Ensenada, Baja California, México, 19 de enero de 2018. “El año más seco que hemos tenido en Ensenada fue en 1953, con 86.7 milímetros de lluvia. En noviembre de 2017 tuvimos 5 milímetros y durante las primeras precipitaciones del 2018 cayeron de 24 a 25 milímetros. Con eso llevamos un aproximado de 30, por lo que si no llueve más de 50 milímetros en lo que resta de esta temporada, 2018 podría ser el año más seco en los últimos 70 años”, indicó Santiago Higareda Cervera, del Laboratorio de Pronóstico Meteorológico del CICESE.
Agregó que desde hace 80 años se ha visto que la condición “El Niño” influye en esta región de México y en la parte de California, generando lluvias más fuertes que el promedio y días más fríos. “La Niña”, por su parte, se asocia a menor cantidad de precipitación y días más calientes.
Actualmente, agregó, “terminamos un año neutro y pasamos a ‘La Niña’, la cual nos advierte un año seco. El promedio en los últimos 70 años nos indica que cuando es año ‘Niña’ se esperan aproximadamente de 90 a 150 milímetros de precipitación. En cambio cuando es ‘Niño’, se esperan más de 250 milímetros de lluvia, que es el promedio anual para esta zona”, explicó Higareda Cervera.
Después de 1953 los años más secos en Ensenada (provocados por la condición de “La Niña”) fueron 1968, con 93 milímetros de precipitación, y 1950, con 98.2. Los años con más precipitación fueron 1978 con 677.2 mm; 1983, con 588.7, y 1980, con 477.8 milímetros de precipitación. En estos años se presentaron condiciones “El Niño” intensas.
“En Ensenada vivimos en una región donde llueve poco. Nuestra temporada de lluvias abarca de octubre a abril. En la temporada 2017-2018 se ha escuchado decir que ‘se atrasaron las lluvias’ pero eso no es del todo cierto. La circulación general de la atmósfera va generando sistemas, ya sean de alta o de baja presión, y son éstos los que van a permitir que las tormentas o las masas de aire frío bajen o no bajen. En la actualidad nos encontramos dentro de un sistema de alta presión semipermanente, el cual se reforzó por la condición ‘La Niña’ y bloqueó las masas invernales de octubre a diciembre de 2017. Como resultado tuvimos menos lluvias y días más cálidos, como si estuviéramos en verano y no en invierno”, compartió el meteorólogo del CICESE.
Higareda Cervera indicó que si queremos comprender el comportamiento de la atmósfera tenemos que estudiar el comportamiento del océano, ya que la interacción entre ambos sistemas es muy significativa para nuestro clima.
“El puerto de Ensenada tiene una peculiaridad con respecto a otros estados: el clima de aquí es muy variante. El océano Pacífico es el mismo para toda la república, pero aquí tenemos la Corriente de California que es una corriente de aguas frías proveniente de Alaska y que baja hasta San José del Cabo. Ahí toma hacia occidente y vuelve a subir hacia Alaska. En Puerto Vallarta, por ejemplo, circula agua más calientita, por eso nosotros tenemos un océano Pacífico diferente; por eso nuestro clima es muy diferente. Además, la influencia del oceáno Pacífico hace que en Ensenada tengamos vientos frescos y fríos en comparación con Mexicali o el Golfo de California”, compartió Santiago Higareda.
Para estudiar el clima se utilizan distintos modelos -indicó-. Estas herramientan se actualizan para estar al día con los cambios de clima que están ocurriendo en los últimos años. La National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos es la responsables de recabar la información meteorológica del mundo. Esto lo hace a través de los datos que emiten las estaciones meteorológicas, las boyas en los oceanos o los satélites.
En nuestro país la entidad esponsable de la información meteorológica es la Comisión Nacional del Agua, de la cual depende el Servicio Meteorológico Nacional. Sin embargo, además de esta comisión, la Secretaría de Marina, la Fuerza Aérea Mexicana, el Ejercito y otras instituciones mexicanas realizan pronósticos meteorológicos.
“En el CICESE trabajamos con todos estos modelos que emiten instituciones mexicanas e internacionales. Lo que hacemos es: analizamos la informacion, vemos los modelos y con ello determinamos y emitimos el pronóstico para nuestra región. Otra de las tareas que realizamos en el laboratorio, aparte del pronóstico meteorológico, es visualizar los cambios en el clima (que abarca periodos más amplios de tiempo), estadística climatológica y almacenamiento de los modelos para, posteriormente, hacer comparativos de los mismos”, explicó Santiago Higareda.
Una de las recomendaciones para la población ensenadense es un cambio de hábitos en torno a qué podemos hacer con la poca agua de lluvia que llega a nuestra región. “Baja California es un estado donde llueve poco; esa es una realidad que no podemos cambiar. Lo que sí podemos cambiar son nuestros hábitos. Tanto gobierno como sociedad debemos estar preparados y aprovechar la poca agua que nos llega y evitar que toda se vaya al mar. Necesitamos educación en el tema de captación de agua de lluvia, porque el clima no lo podemos modificar”, finalizó Higareda Cervera.