Ensenada, Baja California, México, 19 de mayo de 2019. Por contribuir a la investigación en geofísica con una idea innovadora, la Sociedad de Geofísicos de Exploración (SEG, por sus siglas en inglés) otorga este año el premio Reginald Fessenden al Dr. Luis Alonso Gallardo Delgado, investigador del CICESE, así como al Dr. Maxwell Meju, investigador y asesor del Dr. Gallardo durante su doctorado.
Tras inventar y desarrollar la metodología de Inversión Conjunta de Gradientes Cruzados (Cross-gradient joint inversión, en inglés), que hizo posible la integración de datos geofísicos para la exploración del subsuelo, el Dr. Luis Alonso Gallardo se convierte en el primer mexicano en obtener este reconocimiento internacional.
“Este trabajo fue el primero en exploración geofísica que tuvo la capacidad de integrar varios tipos de datos para un mismo objetivo del subsuelo”, comentó el Dr. Gallardo, “Muchas veces es difícil distinguir un objeto con un solo tipo de observación. De manera natural, lo que hacemos es usar varios de nuestros sentidos como observar, tocar, oler, simultáneamente. Toda esta información la integra e interpreta nuestro cerebro, el cual nos indica de que objeto se trata. En Ciencias de la Tierra pasa lo mismo, ‘sentimos’ el subsuelo con todo tipo de campos y ondas; lo vemos con ondas electromagnéticas, lo escuchamos con ondas sísmicas, lo olemos con muestreos geoquímicos, lo tocamos midiendo su campo gravitacional. Sin embargo, antes de mi aportación, todos estos sentidos trabajaban de manera separada y producían su propia imagen; podríamos decir que faltaba un cerebro capaz de integrar la información que cada sentido reportaba. La técnica que yo desarrollé integra toda esta información en un sólo objeto del subsuelo, definido por una estructura común”, explicó.
Esta técnica se aplica en la geofísica para hacer exploraciones someras, de hidrocarburos, de agua subterránea, así como en estudios globales y de tectónica de placas. Además, se ha aplicado en otras áreas para integrar múltiples fuentes de información, como en el área de medicina para obtener registros médicos que corrigen, registran o simplemente fusionan tomografías con rayos X o ultrasonidos, entre otras.
El concepto y técnica de Gradientes Cruzados fue publicado por primera vez en 2003 por el Dr. Luis Gallardo cuando estudiaba su doctorado en la Universidad de Lancaster, en el Reino Unido. A partir de ahí elevó su popularidad en distintas áreas científicas hasta lograr poco más de 200 citas en artículos científicos sólo durante el 2017. Por ello, en 2018 el CICESE le otorgó el reconocimiento que anualmente entrega al investigador/a con el artículo más citado. Pasó de ser una invención, que solo el Dr. Gallardo conocía, a una teoría que en la actualidad tiene al menos un artículo basado en el tema, que se publica cada mes.
Relata el Dr. Gallardo que al iniciar su doctorado, su asesor el Dr. Maxwell Meju, le ofreció la oportunidad de entrar al tema de Integración de datos geofísicos y le proporcionó un artículo del Dr. Jie Zhang, quien en aquel entonces era posdoctorante del MIT. De ahí empezó a desarrollar algoritmos para interpretar datos electromagnéticos y sísmicos siguiendo esta teoría, siempre pensando en cuál sería la contribución que debía dar su doctorado en el área de geofísica.
El Dr. Gallardo describe su desarrollo como un chispazo de iluminación, ya que después de un par de meses de trabajo en la teoría del Dr. Zhang se dio cuenta que debía dejar lo conocido atrás y pensar desde fuera de la caja. “Descubrí que lo que nos permite unificar un objeto es la estructura que lo contiene y que para definir la estructura de un objeto no nos importan las propiedades que estas observando, sino el cambio que tienen y más en particular, la forma o la dirección que tiene ese cambio”, mencionó. “A partir de ahí empecé a anotar las ecuaciones que tenía en la cabeza, las escribí, desarrollé y después de varias vueltas llegué a esta ecuación: básicamente, nos dice que, en cualquier posición, el cambio de una propiedad debe ser paralelo al cambio de otra propiedad del mismo objeto”, explicó el Dr. Gallardo.
El Premio Reginald Fessenden se otorga desde 1961 a una persona que tiene una idea ingeniosa e innovadora que cambia la historia de cómo se hacen las cosas en la geofísica. Para ser un candidato a este premio, las postulaciones deben hacerse por el comité de premios y reconocimientos y el comité ejecutivo de la SEG y debe contar con el apoyo de la comunidad académica internacional.
Es uno de varios reconocimientos que entrega la SEG, pero a diferencia de otras categorías, este premio es el único asociado a una innovación puntual; a algo que cambió la forma de analizar e investigar. Incluso se le considera como un equivalente del Nobel de la Geofísica, ya que es de alto reconocimiento internacional.
Este premio lo han ganado investigadores como Beno Gutenberg, por sus contribuciones a la sismología; Victor Vacquier (inventor del magnetómetro flux-gate) por el desarrollo del método magnético de exploración; Norman Ricker, inventor de la Ondícula Ricker; Sam P. Worden, inventor del gravímetro Worden, y Steve Constable (por el desarrollo del método electromagnético marino), por mencionar algunos galardonados.