Ensenada, Baja California, México, 5 de junio de 2019. ¿Cómo funcionan nuestras defensas en general? Es decir, cómo se producen los anticuerpos y cómo trabajan. Y no solamente anticuerpos, sino las células que también participan en nuestro sistema inmunológico, y cómo se integran para proteger nuestro cuerpo y mantenerlo vivo. Además de una revisión sobre el reciente conocimiento acerca de los microbios “buenos” que venimos cargando desde que nacemos y que nos ayudan a metabolizar alimentos, producir vitaminas, a defender nuestra piel, intestinos o el tracto respiratorio y genital, comenzó hoy en el CICESE el 3er Curso Intensivo de Actualización en Inmunología.
Este curso es impartido del 5 al 7 de junio por el doctor Leopoldo Flores Romo, investigador del CINVESTAV, y despertó el interés de más de 100 asistentes, entre médicos, biólogos, químicos, estudiantes de la Universidad Xochicalco, de los dos campus de la UABC en Ensenada, del CICESE, así como directivos del sector salud de Baja California.
Antes de empezar, el doctor Marco De León Nava, jefe del Departamento de Innovación Biomédica del CICESE y principal organizador de los tres cursos, recordó que esta iniciativa de difusión del conocimiento en esta región del país cumplió ya 5 años de haber iniciado, toda vez que el primero se ofreció en 2014 y el segundo en 2017, siendo los tres impartidos por Leopoldo Flores.
Sobre la importancia del tema, el doctor Flores Romo dijo que básicamente abordará cómo funcionan nuestras defensas en general.
“Todos sabemos que tenemos anticuerpos, pero no entendemos muy bien cómo se producen o cómo funcionan. Y no solamente anticuerpos. Tenemos también muchísimas células que participan y que se han ido descubriendo en los últimos años. Entonces tenemos dos tipos de “defensas”: unas son células, y otras que no son células sino anticuerpos. ¿Cómo se integra todo esto? Eso, por sí solo, es muy importante porque aunque no lo sepamos o no lo sentimos nunca, es lo que nos mantiene vivos”, indicó.
Además, consideró que estamos “forrados” por dentro y por fuera de microbios, “y el sistema inmune tiene que distinguir cuáles son los microbios que nos son benéficos y cuáles no, porque estos son los que nos causan enfermedades y algunas de estas enfermedades infecciosas nos pueden causar hasta la muerte.
“En general los microbios se perciben como que son malos, pero cada vez estamos viendo, sobre todo en las últimas dos o tres décadas, que la mayoría de ellos no lo son. Muchos de los que traemos cargando desde el nacimiento son benéficos: nos ayudan a metabolizar alimentos, algunos nos ayudan a producir vitaminas, a defender la piel, a defender el intestino”.
Dijo que su grupo de investigación en el CNVESTAV se ha ocupado de estudiar algo que la evolución “ideó”, y que son las células que siempre están alerta. “Las tenemos en todas las partes de exposición, ya sea que estén por fuera, en la piel o los ojos, nariz y boca, o que están adentro, como el intestino, como el tracto genital o el tracto respiratorio. Ese sistema de células funciona prácticamente como vigilancia; son las que primero se enfrentan a los microbios y tienen que ‘saber detectar’ si éstos son potencialmente patógenos y pueden causar una enfermedad, o no, y entonces apagar las respuestas”.
Respecto al estado que guardan las investigaciones sobre este tema en México, comentó: “Evidentemente no estamos igual que el primer mundo, así de sencillo. El primer mundo recibe mucho dinero; nosotros no, pero los investigadores que hay son de excelente calidad. No me refiero a mí. Hay mucha gente estudiando estos sistemas de la inmunidad; tenemos gente aquí en el CICESE en diferentes niveles, trabajando por ejemplo con tiburones. Tenemos gente estudiando cómo es la respuesta en infecciones en cerditos en el CIAD, en Hermosillo; gente que está estudiando infecciones en camarones en Nayarit, gente que está estudiando tuberculosis humana en la Ciudad de México. Tenemos excelentes investigadores, por eso no paramos. Estamos a nivel de cualquier parte en el mundo. Las circunstancias son las que no nos permiten porque nos falta mucha infraestructura, nos faltan apoyos y falta que los estudiantes estén más convencidos de que vale la pena meterse a ciencia. Eso es parte de este curso”.
El curso se compone de tres sesiones que tienen como objetivos debatir y compartir cómo se comportan las moléculas, células, mecanismos, teorías y conceptos distintivos de la Respuesta Innata y de la Respuesta Adaptativa; la Respuesta in vivo de Linfocitos B/anticuerpos y su duración en humanos; así como las Células Dendríticas Convencionales como puente esencial entre la Respuesta Innata y la Respuesta Adaptativa (principalmente de Linfocitos T), y las posibles enfermedades inmunológicas relacionadas a cada sesión, además de los conceptos fundamentales que condujeron a los premios Nobel en cada tópico.