Ensenada, Baja California, México, 12 de julio de 2019. La temporada de lluvias que comprende el periodo de julio de 2018 a junio de 2019 concluyó con un valor de 289 milímetros, ubicándose por encima del promedio, lo que resulta positivo ya que trajo consigo muchos beneficios en comparación con la temporada pasada.
La temporada de lluvias es la época del año en la cual se produce la mayor parte de la precipitación media anual de la región. Es importante diferenciar el temporal lluvioso de la temporada de lluvias. El primero se puede presentar en cualquier época del año, su duración es únicamente por unas horas o días y es causado por sistemas tropicales o invernales.
Por otro lado, la temporada de lluvias es un periodo más largo, que suele abarcar de meses hasta años, y es ocasionado por sistemas tropicales. Las lluvias por temporada se presentan de junio a julio del año siguiente, mientras que de enero a diciembre son conocidas como lluvias por año.
Para poder realizar diferentes estudios sobre las condiciones climatológicas, se utiliza la estadística climatológica por temporada (cantidad total de precipitación que se presentan entre los meses de julio de ese año a junio del próximo), con el fin de tener la estadística de precipitación que se presenta en Ensenada, Baja California.
En comparación con la temporada pasada, este año se presentaron más lluvias de lo normal, estando por arriba del promedio, lo que ayudó a distintos sectores como la agricultura y la ganadería, sin olvidar el abastecimiento de agua de uso cotidiano para la población, plantas y animales.
Según informó el meteorólogo del CICESE, Santiago Higareda Cervera, la temporada de lluvias previa, que comprende el periodo de junio de 2017 a julio de 2018, fue muy seca, con apenas 65.6 milímetros de precipitación, lo que provocó que a finales del año pasado y principios de éste los mantos acuíferos se encontraran más secos de lo habitual. Esto afectó de forma considerable el abasto de agua potable en la región, para el uso de la agricultura, ganaría y sobre todo para el suministro de la población.
Con los valores de precipitación que se han presentado en los últimos 80 años en Ensenada (desde que se tiene registro), promedian un valor de 250 milímetros por año. Esto quiere decir que en un año determinado, dependiendo del valor total de precipitación con relación al promedio de 250 milímetros, las precipitaciones estarán por arriba o abajo del promedio, y servirán como un reflejo en los mantos acuíferos en nuestra región.
Aunque la temporada de lluvias pasada acumuló apenas 65.6 milímetros, este año la región se recuperó, colocándose por arriba del promedio, con 289 milímetros; esto es, 39 por encima del promedio. Considerando el estado en el que se encontraba la región, tuvo un impacto positivo ya que gracias a ello, los mantos acuíferos cuentan con agua suficiente.
Santiago Higareda dijo que aunque la climatología utiliza los mismos parámetros que la meteorología, su objetivo es distinto, pues no pretende hacer previsiones inmediatas del estado del tiempo, sino estudiar las características climáticas de un lugar determinado por un largo periodo de años: 25 mínimo, o el periodo general que son 50 años. En el caso del CICESE, los datos que se utilizan actualmente para hacer un comparativo de las temporadas de precipitación abarcan desde el año 1951 al presente.
Si la captación de lluvias es abundante será beneficiosa para mantener en excelentes condiciones a la agricultura, ganadería y consumo humano. En los años por abajo del promedio existe escases de agua y será, por lo tanto, importante conocer de dónde se obtendrá el agua.
“Cuando se presenta una temporada de sequía, existe un déficit de suministro de este líquido, y quizás nosotros no visualizamos el trabajo que realiza el gobierno para el abasto suficiente de este vital liquido para las necesidades y requerimientos de la sociedad. Toda el agua de consumo diario se saca de mantos acuíferos. Se perforan los pozos donde están los mantos acuíferos y se extrae”, comenta Santiago Higareda, quien está adscrito al Departamento de Oceanografía Física.
La cantidad de agua que absorben los mantos acuíferos depende principalmente de la intensidad con la que cae la lluvia. Cuando se presentan lluvias torrenciales, la mayoría del agua es desperdiciada debido al grado de escurrimiento que tiene. En términos generales, del 100% de agua que cae los mantos únicamente captan entre 5 y 8 %, dependiendo su fuerza y el movimiento que tengan.
Por otro lado, cuando se presentan lluvias intermitentes y más leves, los mantos tienen oportunidad de captar más agua, ya que ésta fluye despacio y no tiene un movimiento rápido, permitiendo que los mantos se recarguen con un porcentaje más alto.
En el caso de las grandes ciudades, día con día se vuelve más complicado el almacenamiento y la distribución de este vital liquido a la sociedad, ya que la cantidad de agua a veces no es suficiente o no es demasiada su captación. Sin embargo, cuando no existe agua suficiente en los acuíferos, como el caso de Ensenada, el gobierno tiene necesidad de tratar el agua del mar para solventar las necesidades de la sociedad.
“En nuestra región geográfica las lluvias que se presentan no son torrenciales como en algunos estados de la república. Esto conlleva a decir que es un lugar donde no todos los años nos encontramos con desastres naturales. Eso hace que la mucha o poca agua que tenemos pueda ser aprovechada de la mejor manera”, concluyó Santiago Higareda.