Ensenada, Baja California, México, 9 de septiembre de 2019. Con una producción anual de 70 mil toneladas de ostión, almeja y mejillón, México es uno de los 10 principales productores de moluscos bivalvos en el mundo. De esa producción, 4 mil toneladas corresponden a Baja California, pero si bien en volumen esta cantidad no parece muy significativa, proviene de cultivos en cuerpos de aguas clasificadas y certificadas, lo que permite su exportación a Estados Unidos y China. Así, esta entidad es punta de lanza y ejemplo para otros estados cuya producción, aunque mayor, no es por acuacultura sino que se basa todavía en extracción.
Esto trascendió hoy en la apertura de la duodécima Conferencia Internacional sobre Seguridad de Moluscos, que se realizará del 9 al 13 de septiembre en instalaciones del CICESE y en la que participan productores, autoridades del sector de regulación y oficial, así como académicos relacionados con la inocuidad de los moluscos bivalvos, sumando más de 110 asistentes en total de 16 países, convocados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), INAPESCA, CONAPESCA, el CICESE y otras instituciones.
Walter Hubbard Zamudio, director de Organización y Fomento de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), destacó el memorándum de entendimiento que tienen la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos y la COFEPRIS. Con él se validan los estándares de calidad mexicanos y, en consecuencia, permite la exportación de estas especies hacia aquel mercado.
Un reto importante, agregó, es extender estos estándares de calidad para el producto que se consume en México, de manera que nuestros consumidores tengan la certidumbre de que toda la producción mantiene los mismos criterios de inocuidad.
Destacó que Baja California se distingue porque fue el primer estado que clasificó sus aguas y las certificó, que aplicó estándares para certificar a los cosechadores y que tuvo la primer planta procesadora certificada para poder exportar, sentando así un ejemplo que ya están siguiendo en Sonora, con dos cuerpos costeros clasificados; Sinaloa, con tres zonas clasificadas, así como Nayarit y Tamaulipas, que ya empezaron con polígonos en vías de clasificación.
En Tabasco y Campeche, que tienen alta producción ostrícola extractiva, al parecer ya entendieron que no solo deben promover el cultivo de sus ostiones sino la importancia de la clasificación de los cuerpos costeros bajo la sistematización del Programa Mexicano de Sanidad de Moluscos Bivalvos (PMSMB).
El Oc. Juan Carlos Lapuente Landeros, director general adjunto de Acuicultura del INAPESCA, advirtió que tener aguas clasificadas implica hacer investigación: de cómo está el recurso, de qué tanta contaminación tienen los cuerpos de agua, acerca de qué frecuentes son los Florecimientos Algales Nocivos (FAN), y sobre enfermedades, entre otros temas. “Es importante contar con toda esa información (…) y darla a conocer; eso da sustento a las autoridades de otros países para decidir que nuestras áreas están limpias y que podemos exportar estos productos”, indicó.
Pero además de la calidad del agua, dijo que el acceso a financiamiento y a nuevos métodos de cultivo, así como la apertura de más y mejores redes de distribución son factores que limitan la producción de moluscos bivalvos en México.
La acuacultura es una actividad de muy alto riesgo. “Es difícil que los inversionistas se interesen porque si cierran la frontera ya no puedes vender y si tienes una contingencia ambiental se te mueren los animales. Así es difícil que la banca común financie estos proyectos. Generalmente la actividad está fondeada por amigos y familiares, en vez de inversionistas. Sin embargo tiene una gran ventaja: como estos animales filtran directamente del medio ambiente no se necesita alimentarlos. No necesitas más que las artes de cultivo donde se van a desarrollar, y cuidar que estén en buenas condiciones. Para el desarrollo social es una actividad increíble porque tienes muchas granjitas familiares donde trabaja el tío, el hermano, el primo, y eso es muy bueno”.
Otra limitante es la infraestructura porque todos los equipos se traen de España, Australia y China. “En el INAPESCA tenemos un programa patrocinado por el CONACYT donde estamos desarrollando proveedores nacionales que nos hagan las artes de cultivo atendiendo a los pequeños productores. En este momento, por ejemplo, ya vamos en la sexta generación de tecnología para cultivar ostiones; es lo que se está implementando en todo el país. Pero en muchos lugares están empezando a usar métodos con los que empezó la ostricultura hace años, que son sartas. Ahorita ya estamos implementando las canastas australianas en estos lugares. Ya pasamos por los costales franceses y por las canastas Nestier, porque la ostricultura ha ido evolucionando; se ha ido sistematizando e industrializando también”.
El tema que está pendiente es lograr un memorándum de entendimiento con la Unión Europea, pues hasta el momento no ha sido posible exportar moluscos mexicanos a países europeos. Es tarea de la COFEPRIS el poder implementar en México los análisis de toxinas que están pidiendo, y que no solamente son mas avanzadas que los requeridos por Estados Unidos, sino que ya no implican el sacrificio de animales.
Resulta que hace 50 años para saber si había toxinas en una muestra se les inyectaba a ratones: si el animal moría, pues era indicativo de que la muestra era tóxica. Hoy en día el sacrificio de animales no es aceptado en la Unión Europea, por lo que establecer un memorándum de entendimiento con ellos implicaría realizar aquí pruebas analíticas. Estas máquinas que te dicen los niveles de toxinas presentes en una muestra ya las tiene el CICESE y otras dependencias. Falta certificar estos laboratorios y que la UE los acepte, “porque necesitamos exportar a Europa para que la industria crezca como lo merece”.
La duodécima Conferencia Internacional sobre Seguridad de Moluscos está abierta de hoy al viernes a estudiantes, investigadores, autoridades sanitarias, productores de moluscos bivalvos y público interesado en el tema.
Los principales temas a tratar durante la conferencia serán: Los programas de control sanitario de moluscos bivalvos; la clasificación sanitaria de áreas de cosecha; los organismos patógenos en seres humanos de interés en moluscos bivalvos; el cambio climático y su efecto en la inocuidad de moluscos bivalvos, y el fitoplancton tóxico y toxinas marinas.
Para más información, pueden consultar: https://bit.ly/2lEFTMv