Ensenada, Baja California, México, 17 de enero de 2020. Aunque un sismo dura sólo hasta 60 segundos, la energía que libera puede destruir ciudades enteras y cobrar miles de vidas humanas si un país no cuenta con una cultura de prevención sísmica adecuada.
Una manera de contribuir con el apropiamiento de esta cultura es fortalecer las capacidades de reacción ante la eventualidad de una emergencia o desastre. Otra muy importante es conocer qué son, por qué ocurren y cómo se registran los sismos en cada región del país, y una tercera es desarrollar investigación científica en sismología que permita comprender la naturaleza de la actividad sísmica y sus riesgos, estudios que solo dos instituciones realizan en México: la UNAM y el CICESE.
Con el propósito de fomentar la cultura de la protección civil, la Dirección General de Protección Civil del gobierno federal convocó a instituciones públicas y privadas a nivel nacional a participar en un macrosimulacro de evacuación en caso de sismo que se llevará a cabo el próximo lunes 20 de enero a las 9:00 horas, tiempo local, el cual será el primero de tres que se tienen planeados en 2020.
En Baja California, el CICESE ha operado diversas redes sísmicas durante cuatro décadas y forman parte importante de la infraestructura de su Departamento de Sismología. En 2015, la Red Sísmica del Noroeste de México (RESNOM), la Red de Acelerógrafos del Noroeste de México (RANM), la Red Sismológica de Banda Ancha del Golfo de California (RESBAN), la Red Urbana de Baja California (RAUBC) y la Red Sismológica de La Paz (RSLP), se unieron para conformar una sola red denominada Red Sísmica del CICESE (RSC).
Esta red procesa en tiempo real las señales de 72 estaciones sismológicas. Durante diciembre de 2019 se registraron un total de 138 sismos con magnitudes ML entre 1.1 y 4.6. La actividad sísmica registrada ocurrió en el Golfo de California, en las regiones del valle de Mexicali, en las sierras peninsulares, en el sur de California, Estados Unidos y en el océano Pacífico. Estos sismos fueron ocasionados debido a las fallas geológicas que se encuentran en dichas regiones, y no se reportaron daños.
El sismo de mayor magnitud M=4.6 se registró 65.7 km al este de San Felipe, el 12 de diciembre a las 04:25:34 hora del Pacífico (12:25:34 UTC). A continuación se muestra un mapa con las localizaciones epicentrales de los eventos sísmicos regionales registrados durante diciembre de 2019.
(mapa 1)
En la semana del 12 al 17 de enero del presente año, la actividad sísmica en esta región se muestra en el siguiente mapa:
(mapa 2)
¿Qué es un sismo?
Un sismo es un movimiento vibratorio que se origina en el interior de la Tierra y se propaga en todas direcciones en forma de ondas. El punto interior de la Tierra donde se origina un temblor se denomina hipocentro o foco, y puede estar a una profundidad que varía desde miles de metros hasta más de 650 kilómetros; el epicentro es el punto de la corteza terrestre ubicado directamente por arriba del foco, y es en sus alrededores donde se observa la mayor intensidad de un temblor.
La explicación de muchos fenómenos sismológicos se validó hasta la década de 1960 con el surgimiento de la teoría de la Tectónica de Placas. Esta teoría mostró que la superficie de la Tierra está formada por una serie de fragmentos rígidos de cientos de kilómetros de espesor llamados “placas”, que se desplazan sobre la superficie del planeta sobre un estrato de material viscoso llamado astenosfera.
El desplazamiento de una placa con respecto a otra se lleva a cabo a lo largo de grandes fallas geológicas, que son fracturas que separan dos bloques de roca, los cuales pueden deslizarse uno respecto al otro en forma paralela a la fractura. El proceso hace que se acumule gradualmente energía elástica, y cuando ésta rebasa la resistencia de las rocas, se origina un deslizamiento que resulta en un sismo.
¿Por qué tiembla en Baja California?
Baja California se encuentra en una zona de actividad sísmica debido a su ubicación en una placa diferente a la del resto del país y su conexión al sistema de fallas geológicas conocido como San Andrés, que es el área de contacto o frontera entre dos de las más grandes placas tectónicas del mundo: la placa del Pacífico y la placa de Norteamérica. Esta falla tiene una longitud de más de 1,250 kilómetros y se extiende a profundidades de más de 15 kilómetros.
En Baja California tiembla porque el proceso de separación de la península respecto del macizo continental aún está activo a lo largo del sistema de fallas de San Andrés-Golfo de California. Se sabe que la península de Baja California es parte de la placa del Pacífico mientras que el resto de México está en la placa de Norteamérica. Diversos estudios han demostrado que el movimiento relativo entre estas dos placas es de aproximadamente 6 centímetros por año.
Actividades de prevención
Los temblores no se pueden prevenir, pero el daño que provocan puede reducirse si se diseñan apropiadamente las estructuras, con programas de prevención ante emergencias, con la concientización de la población y con construcciones edificadas con un buen estándar de seguridad, lo que se le conoce como cultura de prevención sísmica.
Los daños causados por un terremoto son el resultado varios factores: la magnitud del terremoto, la duración del movimiento del suelo, el tipo de suelo y el tipo de construcción. El riesgo sísmico se refiere a la probabilidad del daño a las construcciones y el número de personas que resultarán lesionadas o muertas en el caso de un fuerte temblor, y varía dependiendo de la cercanía a las fallas activas, al tipo de suelo, al potencial de firmeza o asentamiento del suelo y a la edad y diseño de las edificaciones.
Para que las obras tengan la capacidad para resistir el fuerte embate de los temblores es necesario el trabajo en equipo de ingenieros, geólogos y los científicos que estudian específicamente este fenómeno: los sismólogos.