Ensenada, Baja California, México, 31 de febrero de 2020. A pesar de que el gobierno mexicano sigue apostando por producir energía a partir de combustibles fósiles, la realidad es que la tendencia energética en el mundo es hacia las energías renovables que tienen madurez tecnológica, como la eólica y la solar fotovoltaica.
Esto fue discutido en el Taller de Energías Renovables “Temas avanzados en energía eólica y energías renovables”, organizado por el CICESE y el Instituto de Energías Renovables (IER) de la UNAM, derivado de la colaboración que existe entre ambas instituciones desde hace tres años en materia de investigación, desarrollo tecnológico y formación de recursos humanos.
El Dr. Osvaldo Rodríguez, investigador del IER, mencionó que en los últimos 15 años las fuentes renovables de energía han venido abaratándose. “Hay un indicador conocido como Costo Nivelado de Energía que se utiliza para contrastar si la generación de las energías renovables son competitivas con un combustible tradicional, como el que se genera a base de fósiles. Es justo este indicador el que se ha venido a la baja a lo largo de los últimos años (favoreciendo a las renovables)”, mencionó.
Esta baja de costos se debe al incremento de la investigación científica para caracterizar las zonas potenciales, aunado a los componentes económicos del país donde se desarrolla. Tal es el caso de la energía eólica y la solar fotovoltaica, las únicas energías renovables que hasta hoy se consideran económicamente competitivas y que cuentan ya con una industria establecida.
En el caso de la eólica su costo se ha reducido gracias al desarrollo tecnológico de los aerogeneradores, cuyo modelo permite explicar cómo es el viento, cómo se comporta, cómo es el perfil aerodinámico a partir de las 3 aspas que lo componen, pero sobre todo por su capacidad de conectarse a un sistema eléctrico, distribuir la energía a toda una red y generar una cantidad considerable de kilowatts por hora.
Hablar de energía es hablar de economía. Actualmente, Asia (y particularmente China) es el continente líder en producción de energía eólica, según datos del Reporte Global de Energía (2017). Alrededor del mundo se ha demostrado que si el gobierno tiene una política para incentivar la forma de producción, las tecnologías disminuyen sus costos y tienen mayor penetración social.
La Dra. Vanesa Magar, investigadora del CICESE, mencionó: “El tema de energías renovables del océano es un tema muy nuevo para México. No se han explotado de manera comercial este tipo de energías, las cuales pueden tener mucho potencial en algunas zonas”.
Agregó que en el CICESE y a través del Centro Mexicano de Innovación en Energía del Océano se ha avanzado en caracterizar las condiciones ambientales extremas que pueden afectar al tipo de tecnología que se instale para generar energía eólica en el mar. Se estudian, además, de manera teórica distintos dispositivos que puedan superar eventos extremos, como los vientos y corrientes fuertes influenciadas por huracanes.
Específicamente, las energías renovables marinas tienen un costo más elevado en la actualidad, ya que hay muchos dispositivos que se encuentran en etapa conceptual o de laboratorio que, por lo mismo, aun no llegan a una etapa comercial. “Tenemos muchísimo potencial. En México tenemos 10 mil kilómetros de costa; nuestra zona marina es dos veces el tamaño de nuestra zona terrestre”, mencionó la Dra. Vanesa Magar.
La energía eólica en el mar es un tema a nivel mundial porque la tecnología eólica es madura, tiene muy buen retorno de inversión y carece de problemas como los que hay en tierra, como permisos de uso de suelo. Además, las turbinas eólicas instaladas en el mar pueden convertirse en arrecifes artificiales y ayudar a la recuperación de hábitats marinos. Como son de mayor tamaño en comparación con las que se instalan en tierra, las aves pelágicas las perciben más fácilmente y si se colocan fuera de las rutas de migración de las aves, la interferencia con las especies es mucho menor. Lo mismo en las zonas de animación.
Un parque eólico en el mar también puede asociarse con otras industrias, como la acuicultura y la desalinización de agua. Esto les permite reducir costos de transporte de energía.
Este taller se organizó en tres sesiones impartidas por Vanesa Magar, Markus Gross (ambos del CICESE) y Osvaldo Rodríguez. A este evento académico asistieron estudiantes e investigadores del Instituto Tecnológico de Tijuana, CETYS Universidad, UABC y CICESE, entre otras instituciones.