Ensenada, Baja California, México, a 8 de enero de 2021. Cuando una persona egresa de un posgrado en ciencias, lo más común es que apueste por continuar en la academia. Sin embargo, existen otros caminos laborales como los que han trazado los egresados de los posgrados del CICESE. Durante el simposio virtual que organizó recientemente el posgrado en Ciencias de la Vida del CICESE, cuatro egresados compartieron sus experiencias al dar el salto de la academia a la industria, incluso al emprender su propia empresa.
En la mesa redonda “Oportunidades y negociación de empleo en la academia y la industria” participaron la MC Liliana López Zambrano, egresada de la orientación en Microbiología, quien impulsa su empresa consultora enfocada a la inocuidad y calidad de las empresas agrícolas; el Dr. Ricardo Eaton, egresado de la orientación en Biología Ambiental, dedicado a la docencia, investigación y asesoría de aprovechamiento de los recursos naturales; el Dr. Arturo Hernández García, egresado de la orientación en Biomedicina y Bionanotecnología, empleado del Instituto de Inmunología de La Jolla, en San Diego, y el Dr. José Arcadio Farías, egresado del Instituto Max Planck, de Alemania, quien ahora es investigador del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM.
Los cuatro panelistas coincidieron en que la formación del CICESE es sólida. Sin embargo, la industria exige otras habilidades, como el liderazgo, trabajo en equipo, flexibilidad, adaptación, pensamiento estratégico y comunicación, consideradas “habilidades blandas”. “En ese sentido nos quedamos cortos. Actualmente las empresas buscan gente que tengan desarrolladas estas habilidades. No esperan que una persona tenga todos los conocimientos; lo que quieren es que tengan esas capacidades para que puedan dirigir grupos, por ejemplo”, compartió Liliana López.
“El posgrado es lo que es y no deberíamos pensar que debe ser distinto. Quise formarme en un posgrado del CICESE porque conocía lo que ahí se hacía, fue mi elección y lo volvería a hacer”, opinó Ricardo Eaton, para hacer referencia a que los posgrados del CICESE fueron creados con el objetivo de hacer investigación de calidad. “Inicialmente el posgrado no me preparó más allá de lo académico porque no había, en aquel momento, una vinculación directa de aplicación de lo que estaba estudiando con el mundo más allá de lo académico”, agregó.
El Dr. José Farías, quien realizó su posgrado en Alemania, un país que favorece la preparación técnica y el desarrollo profesional de los oficios, agregó: “El posgrado da habilidades de investigación y pensamiento estratégico. Sin embargo, decidí tomar otros cursos en el doctorado, específicamente en el manejo de laboratorios (Laboratory Management) para estimular el trabajo en equipo, cómo manejar problemas dentro del laboratorio, cómo trabajar con personas de distintas culturas y personalidades, liderazgo, etcétera”, mencionó José Farías. “Otro curso fundamental fue Filosofía e historia de la biología, para entender por qué hacer ciencia y cuáles son las preguntas importantes”.
“Los seminarios del posgrado, sin duda, abren los ángulos de hacer investigación. Estos te hacen ver más allá de tu proyecto; sabes qué otro tipo de ciencia se hace, qué otros métodos se utilizan y conoces a las personas que los están desarrollando. El seminario es un curso esencial para ir más allá de la academia”, mencionó el Dr. Arturo Hernández, opinión a la que se sumó el resto de los participantes porque el seminario permite socializar la metodología de un proyecto investigación, interactuar con otros sectores y abrir la mente.
Una de las experiencias mencionadas durante la mesa redonda fue darse cuenta de que en la industria la ciencia básica no es una prioridad. “Ahí hubo un shock, en el término de que la ciencia básica no era importante para la institución ni para las empresas con las que estaba vinculada. Ahí dije ‘Ok, hay que cambiar un poco el enfoque para seguir haciendo lo mío (investigación) y seguir trabajando’. Creo que eso lo hemos enfrentado todos. La fortaleza de la formación del posgrado nos permite ser perseverantes y entrar a otras dinámicas”, mencionó el Dr. Ricardo Eaton.
Por su parte, Liliana aclaró dos retos importantes: la individualidad de la investigación y la falta de salarios justos. “Creía que, al salir, el mundo laboral iba a estar abierto para mí. Me di cuenta de que lo laboral es totalmente diferente. En la industria ven bien que yo tenga un posgrado, sin embargo, buscan más allá, que tenga experiencia y capacidad de aplicarlo. Además, la parte salarial no viene acompañada de todos tus conocimientos o de tu nivel académico”, compartió. “El otro tema es que durante mi estancia en el CICESE trabajaba sola. Siempre tuve el apoyo de mi directora de tesis y compañeros, pero al final mis resultados dependían de mi trabajo y de cómo yo me organizara. Cuando llego a la industria, al menos en el puesto que estuve, mi trabajo ahora dependía de que los demás hicieran el suyo y lo hicieran bien. Eso fue muy difícil”.
Sobre su proceso de emprendimiento, Liliana López comentó: “No ha sido fácil. Inicié en la industria, afortunadamente la empresa en la que estuve me dio la oportunidad de estar en varias áreas. Me abrió los ojos sobre los negocios agrícolas y sus necesidades”. Liliana observó que los modelos de negocio de estas empresas cuentan con fortalezas en los temas comerciales, pero les hace falta la parte regulatoria de sus procesos, la base de calidad para cumplir como un negocio. Ahí vio la oportunidad. “Salí de la empresa y me convertí en su proveedora”, dijo.
En este encuentro virtual se debatió la necesidad de que el CICESE cuente con posgrados profesionalizantes. Los participantes opinaron que en los últimos años este tipo de posgrado ha sido una tendencia en las universidades porque brinda a los estudiantes las herramientas para solucionar los problemas de la industria y brindar los servicios que necesita. Además, da la oportunidad de enfocarse directamente en el desarrollo de servicios y productos que resulten en patentes y propiedad intelectual.