Ensenada, Baja California, México, 11 de febrero de 2021. Brindar un retiro digno a investigadores de edad avanzada y con ello renovar la planta académica; reforzar los esquemas de comunicación que permitan la apropiación social de la ciencia y una mejor difusión del quehacer de este centro; llevar la investigación de básica a aplicada, así como a desarrollos tecnológicos en apoyo a la sociedad; fortalecer éstos y los procesos de innovación fomentando la obtención de patentes y el cuidado de la propiedad intelectual, son algunos de los retos que enfrenta el nuevo director general del CICESE, David H. Covarrubias Rosales.
En su primera conferencia de prensa luego de asumir el cargo el pasado 4 de febrero, el doctor Covarrubias reconoció que la modificación de la manera como se ministran recursos para hacer investigación (desaparición de convocatorias de Fondos Mixtos y otras del CONACYT), afecta sin duda la realización de proyectos, pero valoró que hayan surgido nuevas modalidades, como la de Programas Nacionales Estratégicos (PRONACES) y la de Ciencia de Frontera, que tienen un nuevo componente que se había omitido: el que la investigación se desarrolle en beneficio de la sociedad.
“El CICESE está totalmente alineado con este nuevo enfoque del CONACYT, toda vez que su misión institucional establece que la investigación aquí debe trascender en beneficio de la sociedad”.
Respecto a cómo la investigación en temas de salud ha sido revalorada en lo académico, en lo socio-económico y en lo político a raíz de la pandemia de covid-19, dijo que este centro cuenta con una División de Biología Experimental y Aplicada y un Departamento de Innovación Biomédica, y que se van a impulsar proyectos con esa temática.
También se aprovechará una característica que hace único a este centro de investigación, la multidisciplina con la que se trabaja, para concretar desarrollos tecnológicos en el área de la salud, como un módulo de telemedicina que se desarrolló originalmente a petición del gobierno del estado de Colima hace un par de años y que, ante la actual epidemia, atendió los requerimientos del Sector Salud de Baja California. Se trata, dijo, de un modelo que ha despertado interés regional y en el extranjero.
Informó que al asumir la dirección general recibe un centro conformado por cuatro grandes áreas académicas, las divisiones de Biología Experimental y Aplicada, de Ciencias de la Tierra, de Física Aplicada y de Oceanología, y tres unidades foráneas ubicadas en La Paz, Baja California Sur, en Monterrey, Nuevo León y en Tepic, Nayarit, donde se realizan proyectos con temáticas regionales en atención a problemas específicos.
El total de investigadores asciende a 233 (36 de ellos en la modalidad de cátedras CONACYT) y 192 técnicos académicos. De los investigadores, 80% forman parte del padrón del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en sus cuatro categorías. El número de proyectos de investigación vigentes actualmente es de 347, de los cuales 213 reciben financiación con recursos externos. El CICESE cuenta con 19 patentes y 33 solicitudes en trámite, 24 registros de marca, 60 títulos de derechos de autor, dos diseños industriales y un modelo de utilidad.
David H. Covarrubias habló también sobre la formación de recursos humanos de alto nivel en los 19 posgrados que ofrece el CICESE de donde, a la fecha, han egresado 3 mil 241 alumnos. Como 65% han sido de los programas de maestría, consideró necesario incrementar el porcentaje de graduados de doctorado.
La matrícula actual asciende a 518 alumnos, de los cuales 344 están inscritos en programas de maestría y 174 en doctorado, pero reconoció que la falta de becas afecta directamente el número de alumnos que pueden ser aceptados. “Acabamos de lanzar la convocatoria para el doctorado y ya tenemos entre 30 y 40 solicitudes. Sin embargo, el CONACYT ya nos anunció que solamente otorgará nueve becas en este periodo de ingreso. ¿Qué va a pasar? Pues que nuestra matrícula va a bajar”.
Esto puede traer otra consecuencia: los posgrados del CICESE figuran en el padrón del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del CONACYT; siete se encuentran en el nivel de Competencia Internacional (el más alto del programa), nueve en el nivel Consolidado y dos En Desarrollo, y todos se evalúan periódicamente. Uno de los aspectos a evaluar es precisamente la matrícula, y ésta está a la baja, pero está disminuyendo porque se otorgan menos becas.
Cuando le preguntaron sobre sus principales retos al asumir el cargo, el nuevo director destacó cuatro. El primero tiene que ver con el envejecimiento de la planta académica del CICESE, donde el promedio de edad está cerca de los 60 años. Se necesita una renovación de esta plantilla, pero los investigadores no se jubilan principalmente porque pierden prestaciones al no existir un plan de retiro digno. Luego entonces uno de los retos es estructurar este plan de jubilación en el que ya se está trabajando, considerando el relevo a partir de las plazas de los investigadores por cátedra, que no son del CICESE, sino del CONACYT.
Otro aspecto es fortalecer la apropiación del conocimiento por parte de la sociedad, y para ello se necesita dar a conocer lo que hacemos. “Cuando se dio a conocer el cambio de titular en este centro, uno de los comentarios en redes sociales fue que no hacíamos nada y que ganábamos mucho dinero. No puedo criticar que alguien se haya expresado así porque seguramente esta persona no conoce lo que hacemos. Por eso necesitamos dar mucho apoyo a los procesos de comunicación institucional”.
Otro reto es llevar la investigación de básica a aplicada, y de ahí a desarrollos tecnológicos en apoyo a la sociedad, y otro es fortalecer la innovación y el desarrollo tecnológico a través del cuidado y protección de la propiedad intelectual, en lo que se refiere a patentes, registros y títulos.