Ensenada, Baja California, México, 2 de abril de 2021. Al cumplirse un año de que se suspendieran clases presenciales en los 18 posgrados del CICESE y se estableciera el confinamiento como medida sanitaria preventiva para la planta de estudiantes (cerca de 550 en ese momento) y profesores, la falta de acceso a los laboratorios para iniciar o continuar con sus proyectos de tesis; la escasa interacción entre estudiantes, investigadores y asistentes, y el que algunos no pudieran adaptarse a este nuevo modelo educativo han sido las principales dificultades para que los alumnos matriculados avancen y concluyan exitosamente con sus estudios de posgrado.
Sin embargo, gracias a las medidas que se adoptaron, el balance del año pasado es bueno: en mayo se llevó a cabo el primer examen de grado (maestría) de manera virtual y desde entonces no han parado; en septiembre se inscribieron 165 alumnos de nuevo ingreso (ocho más que en 2019) y se les ofreció una bienvenida virtual; en octubre se lanzó la convocatoria para ingresar al doctorado y en febrero pasado la convocatoria general 2021, como estaba calendarizado y con buena respuesta; en diciembre tres posgrados elevaron su nivel en el PNPC a Competencia Internacional y dos a Consolidados, y ese mes se anunció la creación de una nueva maestría que, además de ser la primera concebida con un enfoque multidisciplinario, se impartirá de manera conjunta en dos unidades foráneas: Monterrey y Tepic. Por si fuera poco, el egreso ha sido exitoso: 146 en 2019 vs 139 en 2020.
A partir del 18 de marzo de 2020 en que se notificó, entre otras medidas, que las clases iban a ser remotas, la Dirección de Estudios de Posgrado (DEP) del CICESE tuvo “que cambiar muchos procedimientos y mejorar los sistemas a marchas forzadas para que los estudiantes pudieran continuar con los trámites escolares y cumplir con requisitos de permanencia, como inscribirse, hacer reuniones de avance de tesis en línea, registrarlos por sistema, llevar a cabo defensas de tesis por videoconferencia, dar mejor seguimiento a los egresados, procesar sus becas, así como mantener el servicio en la biblioteca, entre otros", según explicó la responsable del posgrado en este centro, Dra. Rufina Hernández Martínez.
A ella correspondió emitir un comunicado que anunciaba cuáles eran las primeras medidas específicas y recomendaciones al cuerpo de profesores y estudiantes sobre cómo iban a finalizar el cuatrimestre que estaba en curso: desde que estaban creando cuentas en la plataforma digital a los profesores para impartir clases por vía remota, a la suspensión de atención personalizada en las oficinas de la DEP; el cierre de la biblioteca; instrucciones para las evaluaciones que estaban en puerta o para que avanzaran en la escritura de tesis y artículos desde casa; la cancelación de estancias, asistencia a eventos masivos académicos y viajes.
Para hablar de números en este año de confinamiento se debe entender primero que no todos los alumnos inscritos asisten a cursos; éstos, más bien, son para quienes cursan los primeros cuatrimestres en los programas de maestría. Son menos los de doctorado, ya que la mayoría están trabajando en sus proyectos de tesis y no requieren inscribirse en cursos.
Así, la MC Dolores Sarracino Ramírez, jefa del Departamento de Servicios Escolares del CICESE, comentó que en los dos cuatrimestres que se cursaron completos en 2020 (aunque el primer cuatrimestre terminó en línea) y hasta la fecha “se han impartido más de 285 cursos de posgrado distribuidos entre todos ellos, haciendo un total mayor a 850 créditos, lo que equivale aproximadamente a más de 6 mil horas de clase hasta hoy, pensando que se hayan impartido e impartan aún, como se ha previsto, y ya que el cuatrimestre está en curso”. En cuanto al número de estudiantes que han atendido clases en esta modalidad, dijo que son aproximadamente 280, inscritos en cursos el año pasado y en lo que va de 2021.
- En términos generales, ¿cuál ha sido la experiencia de los alumnos al recibir clases en esta modalidad?
La directora de Estudios de Posgrado, Rufina Hernández, señala: “Siendo honesta, la pandemia nos agarró mal parados y con muchas cosas que resolver. Ofrecimos cursos para el uso de plataformas aunque tal vez no fueron suficientes”.
En esto coincide Dolores Sarracino, quien señala que no hubo un programa formal de capacitación para profesores, sino más bien esfuerzos aislados; sin embargo, la mayoría de los investigadores (que son profesores) han sacado el mayor provecho. “Algunos (pocos) se han retirado de los cursos por su poca familiaridad con los dispositivos electrónicos y sistemas remotos. Otros, los más jóvenes, son un poco más entusiastas y aprovechan al máximo el recurso disponible. (…) Los estudiantes también se han quejado pese a que están familiarizados con los sistemas actuales; dicen que requieren la socialización entre ellos. Está faltando ese aspecto, la interacción, que es parte de la formación no solo por una cuestión académica, sino de manera personal. Les afecta en el ánimo”.
Con todo, el problema fuerte al momento de impartir una clase se tuvo en aquellas materias que incluyen prácticas de laboratorio. Ahí sí que tuvieron que modificarse o bien cancelar indefinidamente. Y por el contrario, el éxito más grande del uso de estas plataformas se presentó en los seminarios, que registraron mayor asistencia y en los que se pudo invitar a investigadores de alto prestigio nacional e internacional, además que muchos ex alumnos también pudieron conectarse.
Respecto al efecto que se ha tenido en solicitudes de ingreso e inscripciones a los posgrados, la maestra Sarracino dijo que no menguaron. “En 2019 se recibieron 288, y 288 en 2020, prácticamente las mismas. En lo que va de 2021 se recibieron para doctorado 48; con respecto a 2020 en el mismo periodo aumentó de 23 a 48 solicitudes, sorprendentemente más de 100%, así que no ha estado mal este rubro”.